Arabia Saudí compra el 50% del negocio de Texaco en 23 países asiáticos

Arabia Saudí y la multinacional petrolera norteamericana Texaco Inc. anunciaron ayer la consecución de un acuerdo por el cual los saudíes adquieren el 50% del negocio de refino y distribución de Texaco en 23 países asiáticos y del golfo Pérsico, por una suma de 1.280 millones de dólares, equivalente a unos 166.000 millones de pesetas, a pagar en metálico y en crudo. La operación supone la mayor adquisición de la historia de un país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en una multinacional petrolera norteamericana.El acuerdo, anunciado en la noche del jueves en Nueva York, se produce en el momento álgido de la feroz batalla que desde hace tiempo viene sosteniendo la gerencia de Texaco con el inversor Carl C. Icahn, quien trata de adquirir la multinacional mediante una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) que ofrece el pago de 60 dólares por acción. El jueves, la cotización de la compañía cerró en Wall Street a 49,50 dólares.

Icahn, en unión de cuatro de sus socios en la operación, intenta ser elegido miembro del consejo de administración de la petrolera, compuesto por 14 asientos. La cuestión iba a ser sometida ayer a la opinión de los accionistas en la decisiva junta general anual de la sociedad, prevista para el viernes 17 de junio. La entrada de Icahn en el consejo supondría el espaldarazo a sus intentos de conseguir que sean los accionistas de la multinacional quienes se pronuncien en votación sobre su oferta, a lo que se opone la gerencia de Texaco.

En esta tesitura, se desconoce hasta qué punto una victoria de Icahn podría afectar el acuerdo suscrito con Arabia Saudí. La carta de intenciones firmada entre ambas partes otorga a los socios saudíes un plazo de 90 días para suscribir el definitivo acuerdo.

El Estado saudí pagaría 800 millones de dólares en metálico y suministraría además 30 millones de barriles de petróleo, valorados a precios corrientes asctuales en 480 millones de dólares adicionales.

Impacto en EE UU

El acuerdo, por otro lado, reabrirá en Estados Unidos el debate sobre los efectos que una acción de este tipo puede tener sobre la seguridad energética del país y su potencial impacto en las relaciones políticas entre Washington y los países del Golfo.Para el secretario norteamericano de Energía, John Herrington, según comentaba a los medios periodísicos de Estados Unidos, el acuerdo dará a las refinerías de Texaco acceso a cerca de cuatro billones de barriles de las reservas saudíes de crudo durante los 20 años de duración del contrato. Para Herrington, "es poco probable que el Gobierno de un país productor corte en un momento determinado el suministro de crudo a sus propias refinerías".

El acuerdo está también sujeto a la aprobación de los Gobiernos norteamericano y saudí, además del consejo de administración de la propia Texaco Inc. Ambas partes manifestaron el pasado jueves su confianza en que el contrato, que ha recibido tina gran acogida entre los analistas del mercado petrolífero, clye lo califican de "operación brillante", quede definitivamente sellado para antes de finales de año en curso.