Pedro Ruiz declara desconocer sus cuentas, confiadas a un administrador

El humorista Pedro Ruiz, acusado de un delito fiscal de 41 millones de pesetas, declaró ayer ante el juez Fernando Vatlle que hasta 1985 no confía sus cuentas de la declaración de la renta porque confiaba sus negocios a un administrador. La querella presentada por la fiscalía de Barcelona sostiene que el humorista ha defraudado al fisco en sus liquidaciones correspondientes a los años 1980, 1982 y 1983.

Después de las manifestaciones de Ruiz, el juez Vatlle ha citado a declarar al administrador del humorista. Las declaraciones de renta de Ruiz no fueron hechas en sus respectivos ejercicios tributarios, sino que fueron presentadas en 1985. De acuerdo con la querella presentada a raíz de una inspección de Hacienda, el humorista defraudó 6.311.000 pesetas en 1980, 14.293.000 en 1982 y 20.4719.000 en la de 1983. Según el punto de vista del humorista, durante estos años sus ingresos al fisco fueron correctos y considera que Hacienda no tuvo en cuenta los gastos de su actividad profesional.La inspección de Hacienda sostiene que los gastos justificados del humorista no fueron tan elevados como afirma Ruiz. Así, mientras el acusado declaró nueve millones de pesetas en concepto de gastos en 1980, para Hacienda esta partida no superó as 800.000 pesetas. También hay discrepancias en los ingresos.

El humorista expresó al juez su disconformidad con los métodos de la inspección de Hacienda. Afirmó en el juzgado que no estaba preocupado por la posibilidad de tener que pagar la cantidad presuntamente defraudada sino porque había llegado al convencimiento de la existencia de una "persecución" a los famosos, entre los que citó a Lola Flores.

A la salida de su declaración, Ruiz precisó que la persecución a los artistas por parte de Hacienda era "miserable, repugnante, barata, cobarde y de cuervos". El humorista afirmó que "no se puede pretender exigir impuestos norteamericanos a cambio de servicios africanos".