Las víctimas

Uno de los barones del gaullismo, el ex primer ministro y hasta ahora presidente del grupo parlamentario de la Asamblea para la República (PRP), Pierre Messmer, se contaba ayer entre las víctimas de la cruenta batalla electoral francesa. La desaparición de Messmer del Parlamento, donde ocupaba escaño ininterrumpidamente desde 1968, es uno de los símbolos más visibles de estos innovadores comicios, en tantos, aspectos insólitos en Francia. Su verdugo fue un centrista desconocido, Aloyse Warhouver, que recibió el apoyo del Partido Socialista, en un presagio de lo que puede ser la alianza de centro-izquierda y el arrinconamiento de los neogaullistas en la oposición.¡Siete ministros del Gobierno de Michel Rocard no han conseguido llegar a la Asamblea. Destacan entre ellos varios candidatos de la apertura, a los que el Partido Comunista ha negado sus votos. Varios ex ministros más, del lado de la antigua mayoría conservadora y del Gobierno de Chirac, se han quedado también sin escaño. Entre ellos se hallan tres del Partido Republicano (UDF): el de Transportes, Jacques Douffiagues; el de Comunicaciones, Gérard Longuet, y el de Derechos Humanos, Claude Malhuret. Cuatro chiraquistas: el de la Cooperación, Michel Aurillac; de la Privatización, Camille Cabana; el de excombatientes, Georges Fontés, y el caso más destacado, el de Agricultura y viejo conocido de España por su hostilidad a la ampliación de la CE François Guillaume.

Otras personalidades han quedado también descabalgadas: el propietario y presidente del Olimpic de Marsella, Bernard Tapie (por 80 votos); el ex ministro socialista Christian Nucci, conocido por un escándalo de corrupción política, y la dirigente estudiantil Isabelle Thomas, todos ellos del lado socialista.

El grupo de notables derrotados más denso lo forman la plana mayor del Frente Nacional: su presidente, Jean-Marie Le Pen; su secretario general, Jean-Pierre Stirbois, y el jefe de la campaña de Le Peri, Bruno Mégret.