Industria ha comprometido la mayor parte de las ayudas para la reconversión del acero común

El proceso de ajuste de capacidades y reordenación de la industria de acero común propiciado por la Administración se encuentra en su fase final y costará al erario público un total de 60.000 millones de pesetas. Los excedentes globales del proceso, por otra parte, afectarán 1.500 personas, de acuerdo con los datos expuestos ayer por el director general de Industrias Siderometalúrgicas y Navales, José Fernando Sánchez-Junco, quien no descartó que se proceda a la fusión de nuevos grupos en el sector una vez clarificada su situación accionarial con la entrada de inversores "de vocación siderúrgica" como Celsa, Marcial Ucín y Aristráin.El proceso de reordenación, tildado de "complejo y difícil" al carecerse de un marco de reconversión general, está pendiente aún de una serie de flecos que han de quedar cerrados antes de finales de año. "No obstante, el grueso de las decisiones han sido ya tomadas", de acuerdo con lo señalado en la mañana de ayer por Sánchez-Junco ante un grupo de periodistas.

Las decisiones tomadas para llevar adelante el proceso de racionalización de la estructura productiva han llevado a lo largo de los últimos meses al cierre subvencionado de una serie de sociedades. Sidegasa, Aceros Corrugados, Sidesur y Artierro cerrarán la totalidad de sus instalaciones. Tras un trasvase de activos con su nueva casa matriz, Celsa, desaparecerá también como denominación social Torras Herrería, mientras que Marcial Ucín procederá a un cierre parcial, achatarrando uno de sus dos trenes, según el mapa del sector resultante del proceso. En el área de relaminadoras, se ha acordado el cierre total de 17 empresas, más el tren de Macosa. Adicionalmente, tres sociedades han pactado achatarrar parcialmente sus instalaciones. La reducción global de capacidades alcanza los 3,86 millones de toneladas año.

Paralelamente, en el apartado de aceros especiales, se ha logrado el acuerdo para el cierre del tren de barras gruesas de la pública Babcock & Wilcox. Foarsa, Patricio Echevarría y Olarra achatarrarán también instalaciones, situando la cifra total de cierre en 4,08 millones de toneladas.

El proceso, para el que Industria cuenta con 60.000 millones de pesetas en ayudas, ha de quedar cerrado antes de finales de año con la incorporación de Azma y Esteban Orbegozo, "a las que se aplicarán los criterios diseñados para la política de cierres", según Sánchez-Junco. Industria ha comprometido ya la mayor parte de estas ayudas, si bien cuenta con un remanente no cuantificado para cerrar el proceso.

Excedentes

Desde el punto de vista laboral, la reestructuración de la industria de acero común ha evitado la utilización de Fondos de Promoción de Empleo, dado que "la experiencia nos ha llevado a buscar fórmulas alternativas", según el responsable de Industria.La reestructuración del sector arroja unos excedentes totales de 3.057 trabajadores en acero común (1.704 mayores de 55 años) y 949 en relaminadoras, de los que 356 superan la edad de prejubilación.

Las empresas del sector se han comprometido a generar "huecos" para la recolocación de parte del excedente, hasta un total estimado en torno a los 450 trabajadores.