Los Pistons, un equipo controvertido

Los Pistons juegan al baloncesto con mil y una caras. Juegan rápido, juegan rudo, juegan con gente grande, juegan con gente pequeña. Gozan de los mejores suplentes de la Liga, dándole la posibilidad al técnico Chuck Daly de cambiar de estrategia en pleno partido. Le gusta decir que tiene una plantilla de rinocerontes y otra de caballos de pura sangre.El mejor jugador es Thomas, que mide 1,83 metros y sufre complejos, no por su tamaño, sino por la falta de reconocimiento en comparación con los grandes. Thomas cree que es tan bueno como Johnson o como Bird. El año pasado dijo que la prensa favorecía a Bird porque era blanco.

Los Pistons forman un equipo controvertido dentro y fuera de la cancha. Daly está trabajando sin contrato y quiere un puesto como gerente dentro de dos o tres años. También quiere que el aumenten el sueldo calculado ahora en más de 200.000 dólares al año.

El pivot Bill Laimbeer tiene cara de Daniel el travieso y le encanta picar a los contrarios. Es el mejor de los reboteadores de la Liga pero no juega su posición como los demás hombres grandes, se queda fuera dejando abierto el centro para las entradas de Thomas y los demás y cuando monta una pared usa sus codos, sus caderas y sus pies. Jordan se enfureció tanto después de un encontronazo esta temporada que intentó pegarle.

Estos Pistons llevan juntos varios años pero la diferencia entre los equipos de antes y el de ahora es que ya se hace caso a Daly, se comparte el balón y se marca.