Los Ángeles devolvieron a Detroit la diferencia del primer partido

Los Ángeles Lakers ganaron el pasado jueves, por 108-96, a los Detroit Pistons en el segundo partido de la serie final por el título de campeón de la NBA, que se disputa al mejor de siete encuentros. Con este resultado, los dos equipos están igualados a una victoria, después de que los Detroit Pistons se impusieran en el primer encuentro, disputado en la madrugada de martes. Mañana, por la noche, se disputará el tercer partido en Detroit.

Los actuales campeones despertaron de, la sorpresa recibida en el primer partido. Los Lakers controlaron este segundo encuentro desde su inicio. Su héroe fue el base Magic Johnson, quien a pesar de tener fiebre y diarrea, jugó 42 minutos y consiguió 23 puntos, 11 asistencias y siete rebotes."No deseo a nadie estas molestias", dijo Johnson. "Tuve escalofríos, sudé todo el tiempo y fui al baño cada 20 minutos. Fue la primera vez que tuve que medir mis esfuerzos. No quise que mis compañeros se dieran cuenta".

Los Lakers jugaron como debieron hacerlo el martes en casa, cuando perdieron por doce puntos. Marcaron cerradamente, no permitieron entradas a la canasta y buscaron el balón. Johnson no fue el único jugador destacado. El alero James Worthy encestó 26 tantos y el base Byron Scott otros 24.

"Posiblemente el primer partido fue una bendición", dijo Worthy. "No estuvimos preparados después de nuestra serie de siete partidos con Dalias. Una derrota siempre te devuelve a la realidad".

La mayor ventaja de los Lakers fue de 12 puntos en el tercer tiempo. Los Pistons empataron el partido a 80 en el último tiempo, pero los Lakers contraatacaron y consiguieron una ventaja de siete puntos. A falta de un minuto y 40 segundos, con el marcador 97-92 a favor de los campeones, Karin Abdul Jabbar intentó un gancho y falló. Worthy cogió el rebote e intentó el pase. Dennis Rodman se le cortó y redujo la ventaja a tres puntos.

Pero el árbitro Jess Kersey paró la jugada, al reclamar que el lanzamiento de Abdul Jabbar no tocó el aro y que el marcador de tiempo se equivocó al poner de nuevo el reloj en funcionamiento. El balón volvió a los Lakers y Johnson encestó dos tiros libres para colocar la ventaja a siete puntos. La repetición de imágenes en la televisión dio la razón a los Pistons, pero no recurrieron.

Los próximos tres partidos se disputan en el Pontiac Silverdome, donde se esperan más de 50.000 seguidores. Los Lakers han recobrado su confianza, pero los Pistons no han perdido la suya. Salieron del Forum de Los Ángeles con una victoria y la seguridad suficiente de que pueden ganar de nuevo. "Es muy fácil", dijo el base Isiah Thomas, "si ganamos todos nuestros partidos en casa seremos campeones".