El pacto verbal
El 1 de octubre de 1986 Abel Matutes comió con Manuel Fraga, quien le expuso su deseo de dimitir y te pidió que se hiciera cargo de todo. AP tenía graves dificultades financieras, que Matutes ayudó a resolver tras hablar con varios bancos". Se entrevistó personalmente con Alfonso Escániez, quien, según algunas versiones, le dijo: "Tú sigue algunos meses más en Bruselas, formándote". Fraga decidió seguir, pero al día siguiente de la catástrofe electoral de AP en las elecciones vascas dimitió.Para la sucesión hubo conversaciones entre Antonio Hernández Mancha y Matutes. Al parecer, fue del primero la idea de que Matutes fuera elegido presidente, pero delegara el ejercicio del cargo en Herrero de Miñón, y él continuara en Bruselas como una solución de recambio en caso de que las cosas fueran mal. "A mí que se me ofrezca algo digno", fue, al parecer, la respuesta de Herrero, quien rechazó la fórmula y, desde entonces, se ha mantenido al margen.
El pacto se rehizo con Hernández Mancha al frente y Matutes de opción de recambio. Pero "fue un acuerdo verbal y la dificultad para ponerlo en marcha depende de quién sea el que interprete que las cosas no marchan", afirma una fuente próxima a Matutes. Hernández Mancha ha anunciado ya su candidatura a la presidencia en el próximo congreso y para seguir adelante, Matutes tendrá que aceptar la lucha, que el comisario europeo quiere evitar.
