Abel Matutes optará a la presidencia de AP "si todos me lo piden"

"Hoy por hoy no soy candidato a la presidencia de AP", manifestó ayer en Bruselas Abel Matutes, quien añadió que a él personalmente le gustaría renovar su mandato en la CE. Colaboradores muy próximos al comisario europeo han hecho saber, sin embargo, que cada vez resulta más difícil resistir las presiones que se reciben a diario para que Matutes se haga cargo del partido. En este momento hay "bastantes posibilidades" de que presente su candidatura a la dirección en el congreso de AP que se celebrará en enero. El propio interesado admite que "si todos me lo piden, no podría negarme".

"En estos momentos no se puede pretender abrir una crisis en el partido, porque si los resultados cosechados en las elecciones de Cataluña no han sido buenos, tampoco son dramáticos", declaró Matutes. "Siempre he dicho que no voy a hacer frente de oposición contra nadie y menos contra Antonio Hernández Mancha, que continúa siendo el presidente del partido", añadió.Abel Matutes insistió en que sus preferencias personales se inclinan por continuar como comisario en Bruselas. Reconoció, no obstante, que aún no ha solicitado al Gobierno que le presente para un nuevo mandato en la Comisión Europea de la CE, porque "tengo que esperar a que yo mismo aclare mis dudas. Tomaré una decisión en septiembre, pues tampoco puedo tener al Gobierno pendiente hasta el último momento". Matutes ha expresado en diversas ocasiones que no podría negarse a tomar las riendas de AP en el caso de que hubiera un consenso generalizado.

La candidatura de Matutes a la presidencia de Alianza Popular empezó a tomar cuerpo hace varios meses. Para entonces, según fuentes del partido, ya "era más que evidente que la solución Hernández Mancha no había resultado". El malestar por la gestión del actual equipo dirigente es, sobre todo, notorio entre los empresarios.

El general y el obispo

Los comentarios desfavorables a la actual dirección llegan hasta señalar quejas provenientes de "fuerzas del espectro", como algún capitán general que estaba molesto porque el nuevo líder de AP no le hubiera comunicado cuáles eran sus ideas sobre la política de defensa y algún obispo ante la falta de información sobre qué posiciones iba a asumir el partido en materia religiosa y sobre la enseñanza privada.

Según fuentes cercanas al actual comisario europeo el movimiento en el interior de AP es, al parecer, amplio. Aglutina a la mayoría de los presidentes provinciales, entre los que hay incluso andaluces. El grupo que apoyó a Miguel Herrero de Miñón en el último congreso "es de los que más empujan". El propio presidente de la patronal, José María Cuevas, según esas fuentes, ha llegado a decir que Matutes "es el único hombre que tenemos". Pero Cuevas, dicen, mantiene una actitud de prudencia para que "no se interprete que quiere inmiscuirse, aparte de que tiene que hacer frente en el interior de la CEOE a un sector duro, encabezado por Alfredo Molinas, partidario de alternativas más a la derecha".

Abel Matutes mantiene hacia afuera una actitud de extremada prudencia. Al parecer, no ha desautorizado el movimiento favorable a su candidatura como presidente de AP, pero ha puesto como condición no hacer las cosas con tanta antelación que den pie al desgaste. Hace siete meses llegó incluso a comentar confidencialmente: "Estoy frenando a todos los que me empujan. Si hubiera decidido acelerar, ya se habría producido la catástrofe".

Las condiciones para prestarse a la presidencia son evitar los enfrentamientos y dar a Hernández Mancha "todas las posibilidades" para la salida digna que él pida. La posibilidad de que el actual presidente siga al frente del partido y que sea Matutes u otro el candidato a las elecciones se enfrenta a las posiciones de los que creen que es necesario un cambio de timón. A esta postura se habrían sumado últimamente algunos miembros del actual equipo dirigente, aunque otros minimizan la magnitud de la oposición interna.

Un colaborador cercano a Matutes comentó a este periódico que las alternativas no están perfiladas, pero que no cabe descartar un candidato a las elecciones de un perfil de "centro-centro, aunque no pertenezca actualmente al partido", para aglutinar votos y constituirse en una alternativa seria al PSOE.