Cara de póquer
P. M.El arquitecto de las torres de KIO, John Burgee, fue preguntado ayer sobre intercambiadores de transporte, pasos subterráneos, idoneidad del emplazamiento del monumento a Calvo Sotelo, reducción de la edificabilidad y un sinfin de cuestiones cuya respuesta desconocía. El arquitecto repetía haber iniciado el diseño "de acuerdo con el Plan General y el estudio de detalle aprobado". Y ponía cara de póker.
Burgee se mostró algo sorprendido cuando se le preguntó sobre una hipotética reducción de la altura de las torres a 19 plantas, y se limitó a decir: "Un edificio de 19 plantas es muy diferente a otro de 27". Sobre el potencial aumento de tráfico, el arquitecto dio por supuesto que el Plan General había estudiado el problema; y John Gómez, director de Prima Inmobilaria, aseguró que ése no es asunto de la propiedad.
En este primer encuentro, flotó una sensación de que se ha producido cierta precipitación de los promotores de las torres: por un lado, ante las preguntas concretas sobre el proyecto el mismo arquitecto reconocía no tenerlo aún muy definido; y por otro, todos los presentes eran conscientes de que cualquier diseño deberá estar supeditado a la redacción definitiva del estudio de detalle, que el Ayuntamiento no debatirá hasta finales de mes.
