Expulsan de Martos a una de las familias gitanas que sufrieron la quema de casas

Una de las 42 familias gitanas que huyeron de Martos (Jaén) en julio de 1986, tras el incendio de sus viviendas por un grupo de vecinos, tuvo que abandonar de nuevo la localidad a las 24 horas de que regresaran, después de que unas 120 personas se concentraran frente al Ayuntamiento para exigir que se marchara del pueblo.Según confirmó el Gobierno Civil de Jaén, la familia, cuya identidad y número de miembros no fueron revelados, regresó a Martos el lunes y ocupó una de las viviendas del paupérrimo barrio de Cerro Bajo, hoy precintadas por decisión judicial, en donde habitaban las familias gitanas hasta que sus casas fueron incendiadas.

La noche del 12 de julio de 1986 unos 200 vecinos de Martos, que cuenta con 20.000 habitantes, incendiaron 42 viviendas de familias gitanas de la barriada. Los hechos se produjeron a raíz de que el payo Francisco Expósito fuera agredido durante una discusión por un joven gitano, Amador Cortés, que se encontraba aparentemente en estado de embriaguez.

En la actualidad no hay nadie detenido, el sumario aún no se ha cerrado y no se han facilitado en Martos nuevas viviendas a las familias, como se anunció, ante la negativa de los vecinos de la localidad a que regresen a la ciudad. En este contexto, 120 personas se concentraron el martes en el ayuntamiento para exigir que una familia gitana, que había regresado unas horas antes a la ciudad, abandonara Martos. Los gitanos se fueron después de que una comisión de vecinos se entrevistara con el primer teniente de alcalde por el CDS, Miguel Pérez Luque. La Policía Municipal puso a disposición de la familia gitana un taxi, en el que dejó Martos para dirigirse hacia Córdoba. Pérez Luque negó ayer este extremo.

El teniente de alcalde señaló que el revuelo comenzó cuando la propia familia gitana difundió en el pueblo que "detrás de ellos vendrían el resto de las familias gitanas que huyeron en 1986". "Esto", dijo Pérez Luque, "provocó la indignación de un grupo de vecinos, que exigieron que la familia gitana saliera inmediatamente de la ciudad".