El Polisario considera que no hay condiciones para un alto el fuego en el Sáhara Occidental

El Frente Polisario continuará sus ataques en el Sáhara Occidental hasta que Marruecos acepte negociaciones directas con los independentistas y se comprometa a retirar sus tropas y su administración del territorio que controla, afirmó el pasado fin de semana en Tinduf Mohamed Abdelaziz, secretario general de la organización.

El Polisario ha concluido los actos militares y festivos conmemorativos del decimoquinto aniversario del inicio de su lucha armada. Con la insistente repetición de la consigna "Toda la patria o el martirio", los militantes del Polisario han reiterado su voluntad de construir un Estado en el antiguo Sáhara español, integrado ahora en Marruecos en su mayor parte. Su tono hostil respecto a Marruecos no ha cambiado un ápice por el hecho de que sus anfitriones y protectores argelinos hayan estrenado un discurso amistoso con el reino jerifiano.A preguntas del enviado especial de EL PAÍS, Mohamed Abdelaziz manifestó no encontrar motivos para adoptar un alto el fuego durante la actual misión de buenos oficios del secretario general de la ONU y la reciente reconciliación entre Rabat y Argel. Para el líder del Polisario, esos acontecimientos no cambian de modo sustancial la situación.

"Marruecos está derrotado. No puede soportar mucho tiempo la pérdida diaria de cinco millones de dólares que la guerra le provoca", proclamó Abdelaziz. El dirigente independentista dijo estar seguro de la continuidad del apoyo argelino.

Marruecos y Argelia anunciaron el pasado lunes el respectivo acuerdo a los embajadores propuestos por la otra parte. Nacionales y extranjeros están convencidos en Argel de la existencia de un cambio en el papel en el conflicto del Sáhara por parte del país que preside Chadli Benyedid. Sin dejar de mantener la hospitalidad que brinda al Polisario, Argelia puede ahora actuar como mediador privilegiado.

El Polisario ha establecido en los campamentos de refugiados de Tinduf el modelo de Estado que pretende construir en el Sáhara. Se trata de lo que muchos de los 300 invitados a los actos del decimoquinto aniversario han calificado de "una especie de Cuba en el desierto'.

Los independentistas conservan con celo las virtudes de ahorro, organización, resistencia y hospitalidad de los hijos de la nube, los habitantes del Sáhara. El discurso político revolucionario, el estilo de los uniformes verde oliva, los pioneros que desfilan con pañoletas rojas, el férreo control sobre los visitantes, la atención prestada a la educación y a la sanidad, están calcados del modelo castrista.

El desierto argelino de Tinduf, otrora reclamado también por Marruecos, es la verdadera República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Un total de 71 Estados reconocen este Estado de arena, pero entre ellos no se encuentran los de la Comunidad Europea, Estados Unidos, la URSS ni China. Entre los extranjeros presentes en Tinduf, el español era el grupo más numeroso. Representantes del PSOE, IU, CDS, Democracia Cristiana y Euskadiko Ezkerra leyeron un comunicado conjunto para apoyar "los derechos nacionales del pueblo saharaui".