De la cocina de los Sánchez a la conquista del mundo
'¡Hola!' se venderá en Estados Unidos y Australia
Los editores de la revista ¡Hola! han iniciado esta semana la aventura de ser los primeros en difundir fuera de España una versión en inglés de la publicación. Hello! se imprime en los mismos talleres madrileños de su hermana española, y desde Londres se distribuye al Reino Unido y al resto del mundo.
Eduardo Sánchez Junco no se ha movido de Madrid. El hijo del fundador de la revista estrella de las llamadas del corazón contempla aparentemente relajado el lanzamiento londinense de Hello! (¡Hola!) desde su casa-despacho de la calle de Miguel Ángel.La aventura de Hello! versión inglesa de ¡Holal, ha comenzado con una recepción a anunciantes británicos e igual modestia que acompañó a la aparición de su hermana en septiembre de 1944 en Barcelona. Antonio Sánchez y su esposa, Mercedes Junco, confeccionaron casi solos en su casa el primer número de ¡Hola!
Su hijo Eduardo tenía entonces un año. Desde entonces se ha desayunado con las páginas de ¡Hola! La familia y la redacción -ambas han ido siempre unidas- se trasladaron a Madrid en 1962 a dos pisos de Miguel Ángel. Arriba, el piso familiar; abajo, una redacción mínima, capitaneada por Antonio, que dio la campanada en la boda de Fabiola con Balduino de Bélgica. Vendieron 250.000 ejemplares, cifra récord en la historia de la Prensa española. Desde entonces ¡Hola! inició un despegue que la ha situado en el tercer lugar de las publicaciones con más tirada del país (más de 600.000 ejemplares).
Espuma de la vida
El fenómeno ¡Hola!, considerado irrepetible, se basa sobre una frase que usaba el fundador, fallecido en 1984: "Nosotros cogemos la espuma de la vida. La espuma no tiene densidad, ni peso, pero entretiene".Con ese lema la revista alcanzó su esplendor en los años setenta. Muchos de los españoles que hoy se la quitan de las manos la repudiaban entonces. Ni la lucha contra la dictadura ni sus protagonistas tenían acogida en sus páginas, dedicadas siempre a personajes triunfantes, ricos y felices.
Con la democracia, ¡Hola! se ha mantenido fiel a su lema y se ha consolidado en el mercado. Cuando un derrame cerebral se llevó al fundador y pocos apostaban por el mantenimiento de su liderazgo, su hijo Eduardo, ingeniero agrónomo, que tomó el testigo, ha fortalecido la publicación pagando más que nadie por las exclusivas y contratando como periodistas eventuales a nietas de Franco o a Isabel Preysler.
Él no hace más que continuar la recogida de la espuma de la vida, "con seriedad, respetuosamente, publicando todo lo que tenga interés humano, aunque no siempre sea agradable".
¡Hola! se vende hoy en 92 países semana tras semana. Ese hecho y la curiosidad por introducirse en el mercado de habla inglesa decidió a los Sánchez Junco hace un año a apostar por la edición de Hello!, en lugar de sacar un producto nuevo. Quieren llegar a un mercado potencial de 1.000 millones de personas. Por eso su salida en el Reino Unido no es más que el primer paso para saltar a EE UU -se haría otra versión ligeramente adaptada- y al resto del mundo, incluida Australia. Y todo sin mudarse del modesto piso de Miguel Ángel.
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