Evitar un cisma
La vuelta de Marcel Lefebvre a la disciplina vaticana es fruto de una larga historia que se inició en 1976, cuando Pablo VI lo suspendió a divinis. Los encuentros entre el arzobispo y representantes vaticanos en los últimos meses han culminado con la firma de este acuerdo de paz, que evita lo que más preocupaba a Roma: un cisma en la Iglesia. El acuerdo también tranquiliza al Opus De¡, que temía la concesión de una prelatura personal -similar a la suya- para Lefevbre. La fórmula de la hermandad sacerdotal se barajaba entre las hipótesis más verosímiles desde el año pasado.
En el Priorato de la Inmaculada Concepción, que actúa en Barcelona como integrante de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, fundada por el arzobispo rebelde, se desconocía ayer la noticia del acuerdo. Un portavoz del citado priorato no quiso efectuar declaraciones oficialmente, aunque a título personal expresó sus reservas y agregó con escepticismo: "Ya veremos".
En medios progresistas de la Iglesia se daba desde hace tiempo como un hecho este acuerdo, que cobró visos de realidad desde la llegada a la silla de Pedro del actual papa, Juan Pablo II. No en vano, se recuerda en estos sectores, la suspensión a divinis del que fuera arzobispo de Dakar y Tulle se produjo en la época de apertura posconciliar. La Santa Sede quiso dejar claro en 1976 que Lefevbre no respondió ni a una sola carta de Pablo VI.
Doce años después, Lefebvre vuelve al redil romano después de que el Vaticano haya realizado numerosos esfuerzos para evitar que consagrara a un obispo. La misión de pacificación más seria fue la que desempañó el cardenal Edouard Gagnon considerado próximo a la espiritualidad del Opus De¡, y que no pudo llegar a ningún acuerdo con el arzobispo rebelde. Sin embargo, la actitud comprensiva del Papá -que le envió una carta- y del prefecto del ex Santo Oficio, cardenal Joseph Ratzinger, han dado sus frutos.
La Fraternidad de San Pío X cuenta con 187 sacerdotes, 360 seminaristas, 100 religiosos, cuatro seminarios y 70 casas en todo el mundo. Marcel Lefebvre ofició en 1986 una misa en Barcelona en los locales de la organización ultraderechista Adelante España (Ades). En aquella ocasión, y ante retratos de Franco y José Antonio, arremetió contra "el divorcio, la unión libre, los anticonceptivos y la televisión". La celebración siguió el rito tridentino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.