La derecha rechaza que la mujer sin pareja pueda someterse a la fecundación artificial

Los grupos parlamentarios de centro y derecha se enfrentaron ayer con el PSOE e Izquierda Unida respecto del modelo familiar que cada cual entiende para aplicar las técnicas de reproducción asistida. Esta proposición de ley socialista comenzó ayer a ser debatida en comisión con facultades para aprobarla sin pasar al Pleno. El PSOE, apoyado por el CDS e Izquierda Unida, considera que una mujer sin pareja puede optar a este modo de reproducción sin necesidad de que sea estéril, esté casada o forme pareja estable. Democracia Cristiana limita esta práctica al matrimonio, y AP, PNV, Minoría Catalana, Partido Liberal y PAR defienden que al menos haya pareja estable.El PSOE sólo cuenta para esta ley con el apoyo global de Izquierda Unida, mientras que en el resto de los grupos se dan diferencias respecto al modelo familiar. El diputado socialista autor de la proposición, Marcelo Palacios y Ramón Espasa, de IU-Esquerra Republicana de Cataluña, apelaron a la Constitución para defender los derechos individuales. De ahí se deriva que hablen de la mujer y de su libertad para someterse a estas técnicas, aunque no tengan pareja. Entre tanto, los grupos de la derecha y nacionalistas sitúan "en el mismo plano de derechos" a los hijos y estiman que no están protegidos jurídicamente si no tienen padre y madre.

La ley dice que se podrán utilizar estas prácticas "en mujeres mayores de edad y en buen estado de salud psicofisica, si lo han solicitado y aceptado libre y conscientemente, y han sido previa y debidamente informadas".

Los socialistas en este criterio sólo tienen el apoyo del CDS, a través de Carlos Revilla y de Ramón Espasa, de Izquierda Unida, no así el resto de los grupos que no aceptan a la mujer sola, y piden pareja estable. Democracia Cristiana, en las voces de Pilar Salarrullana y Antonio Uribarri, demandan la existencia de matrimonio, ya sea canónigo o civil, con el afán de defender los derechos jurídicos de los nacidos y su estabilidad emocional.

Salarrullana fue muy clara al pedir que esas prácticas se dieran dentro de "parejas casadas y sanas". Su compañero Antonio Uribarri defendió el concepto de "fidelidad" en un plano jurídico. Desde esa perspectiva no aceptan que la mujer pueda recibir semen de otro hombre que no sea su marido, .ya que lo contrario ofendería la dignidad del matrimonio". El PSOE rechaza este argumento al argúir que también hay que tener en cuenta los casos de que sean los maridos los que padezcan esterilidad por lo que su cónyuge se somete a la reproducción asistida con semen de otro varón.