Ataques a buques españoles en la zona

La guerra en las aguas del golfo Pérsico, desencadenada por Irak en 1984 para contrarrestar el avance terrestre de Irán, ha afectado de modo directo a cuatro buques españoles. El 21 de marzo de este año una lancha iraní lanzó ocho cohetes contra el buque frigorífico Iberian Reefer, propiedad de Naviera Extremeña, cuando abandonaba el Golfo por el estrecho de Ormuz. El ataque no causó víctimas mortales entre los 20 tripulantes españoles, pero sí ocasionó importantes daños en el buque.Dos petroleros españoles fueron atacados en 1987. El mayor buque de la flota mercante, el Santa María, que desplaza 313.000 toneladas y es propiedad de Petronor, fue ametrallado el 3 de julio por varias lanchas patrulleras iraníes sin graves consecuencias. El 1 de septiembre fue ametrallado por dos lanchas iraníes el Munguía, con un peso muerto de 300.029 toneladas y construido en 1977 para Petronor, sin que se produjeran víctimas entre sus 37 tripulantes.

El superpetrolero Aragón, de la misma naviera propietaria del buque hundido ayer, fue alcanzado por dos proyectiles el 26 de diciembre de 1984, cuando navegaba frente a la costa norte de Qatar en ruta hacia el puerto saudí de Ras Tanura.

Siete marineros españoles murieron el 27 de junio de 1984 cuando el petrolero suizo de bandera liberiana Tiburón fue alcanzado por un cohete Exocet iraquí.

El ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, dio a entender en noviembre de 1987 en el Senado que el Gobierno estaba dispuesto a romper relaciones diplomáticas con Irán o Irak si atacaban a un buque español. El Gobierno mantiene su recomendación de que los buques españoles no naveguen por las aguas del Golfo, pero la postura de la Asociación de Navieros Españoles (Anave) es de continuar los viajes, con las precauciones necesarias y con tripulación voluntaria.