Desatención al público, carteles mediocres y ausencias injustificadas

, La feria de San Isidro, la más larga y la de mayor trascendencia en la temporada, se inaugura hoy con una novillada y continuará hasta el próximo 6 de junio. A lo largo de estos 25 días se celebrarán 20 corridas de toros, tres novilladas y dos espectáculos de rejoneo, con participación de medio centenar de matadores. Existe mucha expectación, como es habitual, dada la gran afición a los toros que hay en Madrid, pero la fidelidad de esta nutrida clientela no tiene la adecuada correspondencia en el trato que recibe de quienes rigen el coso.

La feria de San Isidro, la de mayor trascendencia y la más larga de la temporada taurina -25 festejos consecutivos-, empieza esta tarde en Las Ventas, en un ambiente de gran expectación, pero también con graves defectos organizativos, que incluyen desatención al público, agravio a los abonados, abundancia de carteles mediocres y ausencia, no suficientemente justificada, de toreros que tienen cartel en Madrid. La exclusión de Rafael de Paula, ha parecido sangrante a muchos que le vieron torear en la pasada feria de otoño.Toros Madrid SA, cuyo consejero delegado es Manuel Chopera, en su último año de cogestión de Las Ventas -que probablemente le será prorrogado por la Comunidad de Madrid, propietaria del coso- ha montado una feria que en parte satisface los gustos toristas de la afición madrileña, pues figuran divisas de su preferencia, y los toros que estos días se exponen en la Venta del Batán (de momento, las cinco primeras corridas), tienen, en general, buen trapío.

Pero ha montado la feria, también, con unos carteles en su mayoría mediocres, pocos bien rematados en su conjunto, y algunos de tan escasa categoría como los que habitualmente ofrece durante el verano, lo cual no impide que el precio de las localidades sea el mismo para todas las corridas, toreen supuestas figuras o presuntos modestos.

Por añadidura, a pesar de que las 20 corridas de toros del abono generan 60 puestos, faltan diestros que interesan igual o más que varios de los contratados, algunos de estos con dos y tres actuaciones, simplemente porque les apodera el propio empresario o algún taurino del ámbito de su influencia, o por razón de los intercambios interesados que se hacen los exclusivistas. Entre los diestros excluídos se encuentran Rafael de Paula, cuyo cartel se revalorizó de forma excepcional en Madrid la pasada feria de otoño; Pepe Luis Vargas, Sánchez Puerto, Pepe Luis Vázquez, Carlos Aragán Cancela o Lucio Sandín, entre otros.

Hay algunos ausentes, como Litri o Rafi Camino, que no querían participar en la feria de San Isidro, pero los antes mencionados lo deseaban fervientemente, y si Chopera no ha sido capaz de contratarlos, es dudoso que se trate del mejor de los empresarios taurinos actuales, como algunos proclaman y la propia Comunidad da a entender con su actitud contemporizadora.

Por añadidura, la empresa cogestionaria del coso no ha resuelto el gravísimo problema de la reventa de los boletos que salen de sus propias taquillas, y que adquiere caracteres de escándalo; deja en precario a la multitud de aficionados no abonados que desean asistir a las corridas de San Isidro; abonados que llevaban siéndolo durante muchos años han perdido sus derechos por no renovar el abono la pasada feria de otoño, en virtud de una innovación arbitraria de la empresa, que no tiene precedentes; a los abonados actuales se les niega el derecho a resarcirse del importe de las localidades correspondientes a las corridas cuyo cartel ha sido modificado, si no es perdiendo el abono íntegro.

Primera plaza del mundo

La gran expectación que ha despertado el ciclo que hoy empieza es cierta, pero los cogestores interesados (empresa y Comunidad) no deberían atribuirse el mérito, pues esa expectación obedece a la gran afición a los toros que existe en Madrid desde siglos atrás, y si es verdad que en la época presente se acrecienta durante la isidrada, conviene recordar que esta feria no es invención de Chopera ni del ente autonómico, sino de la empresa Jardón-Escanciano-Marcial Fernández -y su inolvidable gerente, Livinio Stuyck- que durante 50 años organizó las sucesivas temporadas de Las Ventas y la convirtió en la primera plaza del mundo.