'Forcejeos', 'caídas' y 'autolesiones', en lugar de malos tratos

Un acusado del atraco a un banco en Valencia, al que se le aplicó la ley antiterrorista, denunció haber sido "obligado por los policías a estar un día entero cara a la pared" y haber sido sometido "a las torturas conocidas como la barra y la bañera". Requerido por el Defensor del Pueblo, Interior confirmó la aplicación de la mencionada ley "por su presunta vinculación a un grupo terrorista" y manifestó que las lesiones observadas se debieron al "forcejeo que mantuvo con los policías que le detuvieron". Este es uno de los casos concretos relatados por el Defensor del Pueblo, en los que se preserva la identidad del denunciante.M. J. T. V. denunció que, cuando estaba esposado en la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, se le colocó un casco de motocicleta en la cabeza y fue golpeado, a causa de lo cual se le fracturó un brazo. Denunció también que fue trasladado a la Casa de Campo de Madrid, en donde se le amenazó de muerte. Interior negó los malos tratos y afirmó que la fractura del brazo "fue debida a una caída que tuvo, por la existencia de un charco de agua en la brigada".

Violencia "proporcional"

Una joven que fue detenida y conducida a la Comisaría de Chamartín, en Madrid, para su identificación, denunció "violencia física" por parte de los policías. Tras la investigación abierta, Interior informó al Defensor del Pueblo que la violencia física empleada fue la "proporcional" para impedir la resistencia de la detenida. El informe detalla que la detenida se negaba a esperar en una dependencia policial y adoptó una "actitud agresiva", por lo que "tuvo que ser separada y sujetada por otros funcionarios, recibiendo un golpe en la cara en tales circunstancias".J. B. C., quien cumplía condena en la cárcel del Puerto de Santa María (Cádiz), denunció que, tras su dentención, fue objeto de malos tratos en la dirección general de Seguridad, "hasta el punto de que", dijo, "me reventaron el páncreas, los dientes, los testículos y tuve todo el cuerpo amoratado, presentando tan crítico estado que al intentar ser ingresado en el Hospital Penitenciario fue rechazado, sin que el director quisiera hacerse cargo de mí". El denunciante relató que permaneció dos meses en la unidad de cuidados intensivos del hospital Francisco Franco, donde se le extrajeron el bazo y los dientes rotos.

Interior contestó que el detenido había participado en diversos atracos, pero no informó sobre los hechos denunciados ni remitió el informe policial enviado al juzgado sobre las "causas de las lesiones sufridas". Interior sí informó, en cambio, que "en el tiempo transcurrido ( ... ) no se ha exigido ningún tipo de responsabilidad por la autoridad judicial a los funcionarios actuantes". [El Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid archivó las diligencias de acuerdo con el informe del forense, quien informó que la lesión de bazo que padecía era más que dudoso que tu viera su origen en cualquier tipo de traumatismo".]