El IPI presiona al Gobierno turco para que aplique la libertad de prensa

La 37ª asamblea general del Instituto Internacional de Prensa (IPI) comenzó ayer en Estambul sus trabajos con un discurso inaugural del primer ministro turco, Turgut Ozal, que hizo grandes elogios sobre sus logros económicos y dejó sin respuesta las críticas formuladas contra las restricciones oficiales sobre la Prensa turca.El presidente del IPI y director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, pidió amnistía general para todos los periodistas encarcelados por delito de opinión (actualmente, 25 redactores pertenecientes a publicaciones de extrema izquierda permanecen encarcelados desde el golpe de Estado militar de 1980, y casi 3.000. periodistas han sido perseguidos y juzgados por la justicia). Dirigiéndose directamente al primer ministro, Cebrián dijo: "Mentiría si no dijera que los perfiles que ofrece Turquía a la opinión pública internacional hoy aquí representada siguen siendo los de una democracia vigilada".

En su intervención, Cebrián comparó el proceso de transición a la democracia que han tenido España y Turquía. "Tengo muy presentes las minorías étnicas o nacionales, vascos o kurdos y otros que en su país como en el mío constituyen un problema a resolver y sobre el que es imposible que unos medios de comunicación verdaderamente libres no se expresen". "La Prensa turca", añadió, "que sale de un largo período de silencio, según nuestras informaciones funciona todavía bajo condiciones muy difíciles a causa del terrorismo, seguido por el terror institucional impuesto por el Estado".

El decano de los periodistas turcos, Nezih Demirkent, ha llamado la atención sobre los peligros de una sociedad uniforme de tipo único que los Gobiernos querrían instaurar. "Nuestra generación ha vencido tres golpes de Estado", dijo. "Hemos estado en prisión y hemos sido asesinados", agregó Demirkent haciendo alusión al asesinato en 1979 del director de Miffieyet y miembro del Comité Ejecutivo del IPI, Abdi Ipekci, a manos de Alí Agca, el terrorista que intentó matar al Papa.