Los huelguistas de los astilleros polacos de Gdansk inician su segunda semana de encierro
Los huelguistas de los astilleros de Gdansk entraron ayer en la segunda semana de su encierro y de su pulso con las autoridades En Varsovia, parte de la plantilla de la fábrica de tractores Ursus decidió a última hora de ayer aplazar hasta el jueves una huelga iniciada poco antes en solidaridad con los trabajadores de los astilleros y de la siderurgia de Nowa Huta.La firmeza de los trabajadores de los astilleros Lenin en solicitar la legalización del sindicato independiente Solidaridad hizo fracasar ayer una nueva negociación bajo la mediación del ahogado católico y asesor de Solidaridad WIadyslaw Siwa-Nowicki. Éste, miembro del consejo consultivo del jefe del Estado, Wojciech Jaruzelski, recibió garantías del ministro del Interior Czeslaw Kíszcak, y de la dirección de la empresa de que todas las demás demandas, la subida salarial, la readmisión de despedidos y la liberación de los detenidos en las acciones policiales de las últimas semanas, serían cumplidas.
Solidaridad
Cuando los mediadores y el comité de huelga presentaron en asamblea en el astillero una propuesta que excluye la legalización inmediata de los sindicato independientes, aún abriendo la posibilidad de la legalización de la sección de Solidaridad de la empresa en un futuro próximo, los obreros respondieron a coro que "sin Solidaridad no hay libertad".La oferta de las autoridades era rechazada así de inmediato. Los intentos de negociación continuaban ayer, aunque las posibilidades de un acuerdo sobre el registro legal de Solidaridad son remotas. La legalización de la organización del sindicato Solidaridad en los astilleros traería consigo de inmediato peticiones en este sentido de otras grandes empresas industriales.
Según se supo ayer, pese al gran despliegue policial en torno a los astilleros, los encerrados siguen recibiendo comida de sus familiares. Los hijos de los encerrados logran burlar una y otra vez los cordones policiales por accesos al gran recinto industrial que la policía no controla.
Observadores en Gdansk consideraban ayer improbable que la estrategia de la policía de forzar por hambre y agotamiento a los trabajadores a abandonar los astilleros pudiera tener éxito al menos en los próximos días.
[Las autoridades estudian la liquidación de los astilleros de Gdansk, según France Presse. El director de ese complejo informó a los huelguistas que la banca nacional ha decidido no otorgar créditos o subvenciones para el funcionamiento de los astilleros].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.