Crecen las dudas sobre las elecciones francesas

La campaña electoral para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, que se celebrará mañana, se cerró ayer con un nuevo golpe espectacular por parte del actual primer ministro y candidato a la jefatura del Estado, Jacques Chirac, al repatriar a la capitana Dominique Prieur, que estaba encarcelada en el atolón francés de Hao, en el Pacífico. La agente secreta cumplía una pena impuesta por un tribunal neozelandés por el hundimiento del barco ecologista Rainbow Warrior.Este, hecho, sumado a la liberación, la víspera, de tres rehenes franceses secuestrados en Beirut y de los 22 gendarmes y el magistrado capturados por los independentistas canacos en Nueva Caledonia, ha permitido a Chirac desplegar una gran actividad para capitalizar electoralmente la reacción del electorado.

El primer ministro neogaullista deberá remontar el 19,9% de los votos obtenidos en la primera vuelta, el pasado 24 de abril, hasta el 50,1% para llegar al Elíseo. Su rival, el presidente Mitterrand, que hasta hace pocos días contaba con pronósticos claramente favorables, ha quedado relativamente paralizado ante las espectaculares iniciativas de Chirac.

El líder ultraderechista Jean Marie Le Pen (que superó el 14% hace dos semanas) señala, en declaraciones a EL PAÍS: "Si la campaña hubiese gozadode un clima democrático y los mass media, como los sondeos, me hubiesen tratado objetivamente, yo sería uno de los dos que mañana disputarán la victoria final. Pero soy pragmático, y espero a ver quién será presidente y lo que va a hacer".

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