Un dilema para Gorbachov
La nueva crisis política en Polonia supone también un riesgo para la dirección del Kremlin y la política de apertura de Mijaíl Gorbachov.Bonislaw Geremek, asesor político de Lech Walesa y uno de los pocos dirigentes de Solidaridad que se hallaba ayer en libertad, declaró a EL PAÍS en Varsovia: "Si el régimen no se aviene al diálogo, el conflicto se va a disparar o de inmediato o en unos meses, y con mayor violencia. Para la dirección de la URSS se convertirá en un grave dilema, ya que difícilmente van a poder controlar esto las autoridades polacas. Sin embargo, una intervención de la URSS para salvar al régimen actual supondría el fin de la perestroika y de la distensión".
La nueva política del Kremlin ha despojado al régimen polaco de su principal argumento para la represión: la amenaza de intervención soviética.
Geremek cree que, en el caso de que Moscú intervenga ante el Gobierno polaco, será para pedir mayor disposición al diálogo.
La falta de soluciones y de imaginación política demostrada por Jaruzelski y su incapacidad para hacer frente al aparato que se niega a reformas reales del sistema podrían hacer apostar a la URSS por una nueva dirección que no se haya atado tanto las manos en su negativa al diálogo con Solidaridad.
"Es dramático para un polaco que las soluciones constructivas y conciliadoras se las proponga Moscú al Gobierno", dice Geremek.