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El mal tiempo eclipsó los festejos del Dos de Mayo

La Puerta del Sol no hizo ayer honor a su nombre y quemó los principales cartuchos de las fiestas del Dos de Mayo bajo un cielo gris y lluvioso. El mal tiempo no amilanó, sin embargo, a miles de madrileños que se repartieron entre los actos oficiales, el rally de coches antiguos que recorrió la región y la retreta militar celebrada en la plaza de Oriente. Los niños tuvieron entrada gratuita en el zoológico y en el Parque de Atracciones. El punto final lo puso una espectacular tormenta de luz y sonido en el lago de la Casa de Campo.

La comitiva oficial despegó a eso de las diez de la mañana del cementerio de la Florida, donde están enterrados 43 madrileños que cayeron en los fusilamientos del 3 de mayo de 1808. La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales vela desde hace cerca de 80 años por la conservación del pequeño cementerio, una reliquia que reposa apaciblemente junto a la estación del Norte.El presidente regional, Joaquín Leguina, encendió una llama votiva en memoria de los fusilados y tuvo palabras cálidas en recuerdo del "heroísmo de los madrileños". En su intervención pública, Leguina hizo una alusión al editorial publicado ayer por este periódico y que criticaba la fecha elegida: "Uno ha visto escritas muchas cosas, pero nunca una ofensa tan grande contra el pueblo de Madrid. El Dos de Mayo no fue una bronca, sino un levantamiento por la libertad".

La nota colorista de los festejos la puso ayer el rally de coches antiguos y deportivos clásicos, que partió poco después de las once de la mañana del parque del Retiro. Las calles céntricas de Madrid volvieron por unos minutos la vista atrás y se poblaron de bocinas roncas con sabor años veinte.

Un Hispano Suiza biplaza, 74 años a sus espaldas, abría camino a una caravana de 31 vehículos a cuál más singular. Entre ellos, un Chrysler de 1928 único en Europa, o un Fiat 509 de 1927. O el Ford A de Enrique Gómez Erustes, presidente del Veteran Cax Club, que ayer se sumergió en el tráfico madrileño a lomos de uno de sus siete coches de época. La caravana enfilé la carretera de Extremadura y pasó de refilón por Leganés y Getafe hasta llegar a Aranjuez, donde se celebró una prueba cronometrada.

Medallas de oro

Los actos oficiales continuaron en la Puerta del Sol, a las once de la mañana, con la entrega de las medallas de oro de la Comunidad al senador socialista José Prat y al presidente de la Cámara de Comercio, Adrián Piera.La lluvia llegó con el mediodía. Cerca de 2.000 madrileños se concentraron tímidamente en la Puerta del Sol a esa hora y aguantaron a duras penas los discursos de rigor. Para el alcalde de Madrid, Juan Barranco, el 2 de mayo de 1808 fue algo así como el salto de un pueblo "que dejó de ser espectador para convertirse en protagonista". Leguina volvió a ensalzar el carácter heroico de los madrileños y se despidió con un eufórico "Viva Madrid".

La delegada de Gobierno, Ana Tutor, acudió también a los actos, que culminaron con la interpretación del himno de la Comunidad de Madrid, a cargo de la banda del Regimiento de Artillería. Por la tarde, cuatro agrupaciones militares, con trajes de época, rememoraron en la plaza de Oriente la vieja tradición de la retreta militar.

Cientos de niños pudieron entrar ayer gratis al zoo y al Parque de Atracciones. El lago de la Casa de Campo quemó la traca final con un espectáculo de pirotecnia con fondo musical de Hándel y Chaikovski.

Los pueblos celebraron la festividad a su manera: Móstoles, con una representación de los acontecimientos de 1808 y un baile popular; Pinto, con juegos populares y música rociera; Valdemoro, con pasacalles y novillada...

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