Pino recupera su orgullo al ganar la octava etapa

Álvaro Pino obtuvo ayer la victoria de la octava etapa de la Vuelta Ciclista a España, en una escapada con la que probablemente se propuso lavar su orgullo herido por su hundimiento en la etapa del domingo, donde perdió más de siete minutos. Su compañero de equipo Laudelino Cubino consolidó su liderato, ya que aventajó en 36 segundos a Millar y en 53 a Kelly y Dietzen. La primera etapa de alta montaña, entre León y la estación invernal de Brañillín, de 176 kilómetros, resultó durísima a causa de las condiciones climatológicas.

El equipo BH se encontró ante una extraña situación táctica. Pino, muy rezagado en la general, decidió atacar a 40 kilómetros de la meta, subiendo el alto de Cobertoria, de primera categoría. El corredor gallego hizo trabajar al equipo Kas, que tenía que defender las posibilidades del irlandés Kelly. En la subida más fuerte de la jornada, el alto de Pajares, de categoría especial, Kelly fue a rueda de sus compañeros de equipo, el portugués Da Silva y el francés Caritoux, en un grupo en el que se encontraban los grandes favoritos y en el que no se produjo ningún ataque hasta casi el final. Por lo tanto, el irlandés no tuvo que forzar el ritmo en ningún momento mientras que Cubino y Fuerte, que se encontraban en un terreno idóneo para intentar descolgar a Kelly, no podían atacar porque si lo hacían ponían en peligro la victoria de etapa de Pino, su compañero en el BH.Faustino Rupérez, director del Kas, no tuvo más que ir informando a sus hombres sobre la ventaja que les llevaba Pino, y confesé, "no nos interesaba cazarle porque de esa forma era muy probable que nadie más atacara". Así, Cubino y Fuerte se quedaron con las ganas de saber si hubieran podido distanciar más a Kelly de haber atacado antes, y no tras el paso por el alto de Pajares, con la meta a sólo tres kilómetros.

La duda es tanto más razonable si se tiene en cuenta que cuando realizaron el ataque ya se habían superado las peores rampas, porque el alto de la estación de Brañillí era corto y no muy duro. Aún así, Kelly y Millar perdieron un tiempo relativamente importante, lo que de muestra que no hubieran digerido bien demasiados ataques subiendo a Pajares.

La explicación de Mínguez

En principio el ataque de Pino se interpretó, incluso por su propio director de equipo, Javier Mínguez, como "una táctica de desgaste", aunque después acabara por cuajar en una fuga con éxito, pero que acarreó que Cubino y Fuerte tuvieran que esperar para atacar a sus máximos rivales. "Si mis hombres hubiesen atacado antes", se defendió Mínguez, "se habrían hundido. Yo lo que quería era recuperar a Pino. Tras la caída del sábado y los siete minutos que perdió el domingo, no pudo dormir en toda la noche".No obstante, Cubino se mostró exultante de alegría en la meta, porque probó que tal vez sea un líder más sólido de lo que se presumía. Incluso empezó a hacer cuentas y a especular que si en la montaña, que es el terreno en el que mejor se desenvuelve, nadie es capaz de reducirle la ventaja que lleva en la clasificación general, tal vez el único punto donde puede perder tiempo es en la contrareloj de 29 kilómetros en llano del penúltimo día de la carrera.

El equipo BH sigue contando además con otra baza, la de Anselmo Fuerte, que ayer realizó un excelente trabajo sirviendo de punto de referencia a Cubino, y demostró que se encuentra en buena forma.

Los principales enemigos del BH pueden ser el colombiano del equipo Kelme, Fabio Parra, que ayer intentó saltar tras Pino, cuando éste escapó, y que después se limitó a viajar siempre tras la rueda de Cubino y Fuerte, y también Ángel Arroyo, que continuó escalando puestos en la clasificación general, en la que ya es quinto, y que demostró llegar sobrado de fuerzas en el grupo de Cubino y Fuerte.

El hundimiento más espectacular fue ayer el del equipo Caja Rural, que vio cómo se esfumaba la posibilidad de competir por la victoria final con su mejor hombre, Marino Lejarreta -que sufrió dos caídas en la etapa-, y que tampoco pudo colocar demasiado bien a su segundo mejor corredor, Jokin Múgika, que perdió más de un minuto respecto al líder Laudelino Cubino.

Las diferencias de otros corredores importantes fueron ayer espectaculares: Iñaki Gastán y Luis Herrera perdieron más de tres minutos, Cabestany, ocho y medio, e Induráin y Gorospe, casi 14. La situación de Herrera en la general, 38º a más de 25 minutos, demuestra que el colombiano no tiene la forma que le permitió ganar la Vuelta en 1987. Estas diferencias acumuladas a las de los días anteriores han provocado que sólo cuenten ya en la general los 10 primeros.

Clasificaciones: Etapa: 1º Álvaro Pino (BH), 5.18.29. 2º Laudelino Cubino (BH), a 1.36. 3º Ángel Arroyo (Reynolds), a 1.37. 4º Anselmo Fuerte (BH), m.t. 5º Fabia Parra (Kelme), m.t. 6º Robert Millar (Fagor), a 2.12. 7º Federico Echave (BH), m.t. 8º Pedro Morales (Ryalcao), a 2.29. 9º Roberto Córdoba (BH), m.t. 10º Sean Kelly (Kas), m.t. 11º Martín Ramírez (Café de Colombia), m.t. 12º Jesús Blanco Villar (Teka), m.t. 13º Raimund Dietzen (Teka), m.t. 14º José Luis Laguía (Reynolds), a 2.43. 15º Jokin Mújika (Caja Rural), m.t. 23º Lucho Herrera (Café de Colombia), a 3.50. 36º Ruiz Cabestany (Kas), a 8.33. 51º Julián Gorospe (Reynolds), a 13.39. 58º Marino Lejarreta (Caja Rural), a 16.28.

General: 1º Cubino, 31.17.50. 2º Fuerte, a 2.12. 3º Dietzen, a 2.15. 4º Kelly, a 2.18. 5º Arroyo, a 2.41. 6º Mújika, a 2.49. 7º Parra, a 2.52. 8º Millar, a 3.00. 9º Blanco Villar, a 3.12. 10º Córdoba, a 3.32. 14º Pino, a 6.37. 15º Laguía, a 7.52. 22º Lejarreta, a 17.06. 23º Cabestany, a 17.43. 27º Gorospe, a 21.08. 38º Lucho Herrera, a 25.44.