Asuntos Exteriores estudiará prohibirla entrada en España a todos los deportistas surafricanos

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha decidido, tras los últimos acontecimientos, estudiar a fondo la posibilidad de prohibir totalmente la entrada de deportistas surafricanos en España. Hasta ahora, sólo se permitían los contactos cuando fuesen a título individual, sin banderas ni himnos. Según manifestó ayer un portavoz de Exteriores, el ministerio pretende endurecer la normativa para evitar cualquier tipo de contactos. Federación Española de Tenis, a raíz del incidente provocado por la presencia de una jugadora surafricana en Barcelona, anunció ayer que iba a recomendar a los organizadores de todos los torneos españoles que no acepten la inscripción de jugadores del país del apartheid.

La reglamentación sobre el apartheid en el deporte ha sido siempre muy confusa en España. El combate de boxeo del pasado martes, por el título mundial de los superplumas, en el que participó el surafricano Brian Mitchell, ha destapado el relajamiento que existía sobre la aplicación de la Declaración Internacional contra el Apartheid en los Deportes, que España votó favorablemente en 1978. Dicha normativa, en su artículo 7, dice: "Los Estados denegarán los visados, el ingreso al pais, o ambas cosas, a representantes de organismos deportivos, miembros de equipos o deportistas indiviiduales de cualquier país que practique el apartheid".Este artículo no había sido aplicado con rigurosidad hasta ahora, y el ministerio de Asuntos Exteriores va a estudiar en breve su aplicación, lo que significaría que ningún deportista surafricano podría participar en cualquier tipo de prueba que se desarrollase en España. Exteriores se limitaría a no extender visado a los deportistas que pretendiesen viajar a España. Teniendo en cuenta que España será sede de los Juegos Olímpicos de 1992, la instauración de una política clara sobre el apartheid revertiría de forma importante en la imagen del país ante el movimiento olímpico mundial, lo que ha sido valorado positivamente por diversos medios diplomáticos consultados por EL PAÍS.

Tenista surafricana

Ayer, la tenista surafricana Kim. Labuschagne se vio afectada por la aplicación, por primera vez, de una política antiapartheid concordante con la declaración internacional clue España firmó en 1978. Labuschagne debía enfrentarse a la española Arantxa Sánchez Vicario en la primera ronda del torneo Ellese de Barcelona. El Consejo Superior de Deportes (CSD) solicitó a la Federación Española de Tenis que investigase la documentación de Labuschagne. Al descubrirse que tenía un visado turístico, extendido en Houston, los organizadores le hicieron ver la situación ¡legal en la que se encontraba, y Labuschagne decidió retirarse del torneo.

Las facilidades otorgadas por la jugadora surafricana evitaron que la situación se complicase hasta extremos insospechados. Legalmente, nadie podría impedir su participación en el torneo, según reconoció un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores: "Una vez tiene en su poder un visado, ya no podemos intervenir". Los reglamentos de la Federación Intemacional tampoco impiden la participación de surafricanos en los torneos del circuito.

Agustí Pujol, presidente de la federación, reconoció que la situación creada en Barcelona pudo complicarse aún más: "Si Labuschagne hubiese decidido jugar, sólo podíamos hacer dos cosas: informar al ministerio de Asuntos Exteriores, y recomendar a Arantxa Sánchez Vicario que no jugase el partido para evitar posibles repercusiones políticas, para ella, que aspira a conseguir medalla en los Juegos Olímpicos, y para España".

"Este incidente cambia totalmente la situación que existía hasta ahora", reconoció Pujol. "Nosotros vamos a redactar una circular a todos los organizadores de torneos internacionales para que no acepten la inscripción de jugadores surafricanos, y para que nos informen inmediatamente".

Pujol, además, informará a todos los tenistas españoles de las repercusiones que pueden tener sus contactos con surafricanos: "Si Emilio Sánchez, por ejemplo, se encuentra con el surafricano Van Rensburg en los dieciseisavos de final de Wimbledon, como sucedió el año pasado, le recomendaremos que no juegue. La decisión final será suya, pero desde que el tenis ha vuelto a ser deporte olímpico, la situación se ha complicado. Las repercusiones pueden ser muy importantes".