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Una masiva huelga siderúrgica extiende la conflictividad social en Polonia

La huelga en demanda de mejoras salariales iniciada el pasado martes por un turno de trabajadores en la planta siderúrgica de Nowa Huta, cerca de la ciudad meridional polaca de Cracovia, se extendió ayer por todo el complejo industrial y afecta ya a un tercio de sus 30.000 obreros. En medios oficiales de Varsovia aumenta el temor a una escalada de la conflictividad de cara al Primero de Mayo.

El nuevo movimiento huelguístico amenaza con extenderse a otras zonas industriales y parece haber tomado por sorpresa a las autoridades, que esperaban un aumento de la tensión social entrado el verano, cuando las fuertes subidas de precios, ya aplicadas o próximas, tengan su pleno reflejo en la capacidad adquisitiva de la población.

Las protestas comenzaron el lunes con una huelga de los transportes públicos en la ciudad de Bydgoszcz en demanda de mejoras salariales. Tras doce horas de paralización total de la ciudad, las autoridades accedieron a la solicitud de los huelguistas de un aumento salarial del 63%. Los temores a estas concesiones crearan un precedente se han confirmado. Tan sólo horas después del éxito de la huelga de Bydgoszcz, se declaraba la huelga de Nowa Huta.

Dilema irresoluble

El régimen polaco se halla ante un dilema prácticamente irresoluble. Si accede a las demandas, el precedente podría provocar una oleada de huelgas que darían al traste con los intentos de cumplir las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la concesión de nuevos créditos a Polonia. Si, por el contrario, se muestra inflexible, la huelga en Nowa Huta puede desembocar rápidamente en un movimiento político de imprevisibles consecuencias ante un Primero de Mayo que se presenta ya muy conflictivo.Los diarios polacos no informaron ayer sobre la huelga lo que parece indicar que el régimen considera grave la situación. En su servicio en inglés, al que no tienen acceso los polacos, la agencia oficial PAP acusó a los dirigentes de la huelga de tener "motivaciones políticas", de no haber agotado los mecanismos de conciliación y de utilizar la demanda salarial como pretexto para provocar la conflictividad ante el Primero de Mayo.

El dirigente del sindicato ilegal Solidaridad, Lech Walesa, se manifestó ayer plenamente solidario con los fines de los trabajadores de Nowa Huta. Las reformas necesarias que espera la población, como son la legalización de Solidaridad y los cambios estructurales en el ejercicio del poder, no pueden sustituirse por aumentos de precios y reducción del nivel de vida de la población, señaló el dirigente sindical.

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La huelga de Nowa Huta -que, como la de Bydgoszcz, ha tenido carácter espontáneo, no organizado por los sindicatos tiene ya reivindicaciones políticas al margen del aumento salarial, como la readmisión de dos compañeros despedidos por su militancia en Solidaridad.

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