El plan de Lafontaine contra el paro le enfrenta a los sindicatos

El debate en tomo a las tesis por el vicepresidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Oskar Lafontaine, sobre la renuncia salarial en la reducción de la jornada para combatir el desempleo, ha provocado un enfrentamiento sin precedentes entre el SPD y la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB).Lo que en principio parecían simples divergencias sobre la lucha contra el desempleo endémico en la República Federal de Alemania (RFA), que se ha estancado por encima de los dos millones de parados, se ha convertido en una lucha de principios y se perciben claros intentos de la dirección sindical de "decapitar políticamente" al vicepresidente del SPD. Los sindicatos han revocado una invitación a Lafontaine para intervenir en los actos del Primero de Mayo, y no pasa un día sin que algún dirigente sindical lo ataque.

Lafontaine, sin embargo, mantiene su postura en el debate y ha logredo ya dos éxitos. Por un lado, reactivar en la RFA el debate sobre el desempleo, que el Gobierno democristiano-liberal había logrado hacer olvidar a la mayoría de la población. Por otra parte ha incrementado claraniente su popularidad con este enfrentamiento con los sectores más tradicionalistas del movimiento obrero en el sindicato.

Las tradicionalmente estrechas relaciones entre el SPD y la DGB se hallan "profundamente sacudidas", según la cúpula sindical, por las propuestas de Lafontaine, que plantean que, paralelamente a la reducción de la jornada laboral, para fomentar el empleo debe darse una renuncia salarial de los trabajadores mejor remunerados. Los sindicatos atacaron duramente las propuests de Lafontaine, que calificaron de "traición en plena negociación de los convenios".

La reducción de la semana laboral a 35 horas con plena retribución salarial es una de las reivindicaciones básicas de los sindicatos desde hace años. La posibilidad de que con la reducción de jornada se imponga una renuncia salarial proporcional, planteada ahora por Lafontaine, es inaceptable para los sindicatos, que lo acusan de utilizar argumentos de la patronal y la derecha.

Las tesis de Lafontaine están enmarcadas en una amplia estrategia elaborada por éste para la redistribución del trabajo y la equiparación de trabajos asalariados y no asalariados, como las labores domésticas, en lo que considera una tarea esencial en la sociedad posindustrial.

El lunes, las direcciones del SPD y de la DGB intentaron sin exito diriguir sus diferencias en una reunión que se prolongó hasta bien entrada la noche. El presidente de los sindicatos, Ernst Breit, prosiguió con sus intentos de marginar a Lafontaine dentro del SPD al manifestar que los sindicatos no se ven en conflicto con el SPD, sino exclusivamente con su vicepresidente. No obstante, amplios sectores del partido, incluidas organizaciones regionales y la asociación de mujeres socialdemócratas, se han adherido a las tesis del vicepresidente del partido y jefe del Gobierno del Estado del Sarre.

Lafontaine matizó sus propuestas para eliminar tensiones con los sindicalistas. Según dijo, su propuesta no supone recortar los salarios de los mejor retribuidos, sino frenar su aumento. Los incrementos de los segmentos superiores de salarios, tanto en la Administración pública como en la empresa privada, se verían recortados con la reducción de jornada. Lafontaine rechazó de plano todos los apoyos que sus tesis han recibido de la derecha y de la patronal.