El partido del presidente Roh, favorito ante los comicios de mañana en Corea del Sur
Todos los sondeos preelectorales indican que los candidatos de la formación en el poder, el Partido para la Justicia Democrática (PJD), del presidente Roh Tae Woo, conseguirán la mayoría en la nueva Asamblea Nacional de Corea del Sur, que surgirá de las elecciones que se celebran mañana. La violencia, particularmente estudiantil, los regalos de todos los candidatos a los electores, a fin de ganar votos, y las críticas contra la corrupción en el poder han caracterizado la campaña.
ENVIADO ESPECIAL, De los 299 miembros del nuevo Parlamento, un total de 224 será elegido por sufragio universal directo, mientras que el resto se repartirá proporcionalmente en función del resultado, de los diversos partidos. Un total de 1.045 candidatos compite por los 224 escaños de elegidos directa. Destacan tres formaciones políticas: el PJD -en el poder- y los dos más importantes de la oposición dividida -el Partido para la Reunificación Democrática (PRD), de Kim Young Sam, y el Partido para la Paz y la Democracia (PPD), de Kim Dae Jung.Miles de personas, sobre todo estudiantes, organizaron violentas manifestaciones durante el pasado sábado, último día de celebración de mítines electorales, con un resultado de decenas de heridos. La policía movilizó a todos sus efectivos en 148 puntos de concentraciones repartidos en todo el país, de 42 millones de habitantes.
"Abajo la dictadura militar y la corrupción". Ésta era la consigna más habitual entre los manifestantes. Para muchos surcoreanos, los jóvenes en especial, el régimen de Roh Tae Woo -elegido el pasado 16 de diciembre por más del 36% de votos- es una continuación del militarismo del anterior presidente, el general Chun Doo Hwan.
La resaca de un escándalo
El reciente escándalo financiero en el que se vio envuelto el hermano del ex presidente ha servido para alimentar las críticas al Gobierno, a pesar de la detención de Chun Kyung Hwan, el pasado 31 de marzo, y de las garantías dadas por el nuevo presidente, Roh Tae Woo, de que se aclarará todo el asunto.Roh prometió también conducir al país "hacia una total democracia", en su discurso de toma de posesión, celebrado el pasado 28 de febrero. Sin embargo, la oposición y parte de la opinión pública parecen dudar de sus propósitos, sobre todo por la lentitud en realizar una serie de reformas de tipo social y en autor¡zar la publicación de nuevos diarios que podrían ser más críticos con el poder.
"Nuestro país entra en una fase de poder que seguirá regida por los grandes magnates, los generales y los burócratas corruptos que controlan la mayoría", dijo Kim Young Sam, líder del PRD, en su último acto electoral.
Para muchos observadores, el principal riesgo para el poder en la elección de mañana radica en que, si éste no logra una amplia mayoría, pueden aumentar las protestas callejeras contra el régimen en los próximos meses, al igual que ocurrió en mayo y junio del pasado año.
En aquella ocasión, miles de estudiantes, primero, y decenas de miles de otros ciudadanos, después, iniciaron una oleada de manifestaciones que obligaron al régimen del presidente Chu Don Hwan a una reforma política -anunciada en su día por Roh Tae Woo- que condujo a la elección presidencial directa y la reforma constitucional.
Corea del Sur, próximo escenario de los Juegos Olímpicos, a celebrar en Seúl del 17 de septiembre al 2 de octubre próximos, podría verse envuelta en un clima de desestabilización que perjudique los juegos, amenazados también por el riesgo de que Corea del Norte aproveche la ocasión olímpico para actos de desestabilización política contra su vecino del Sur.
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