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El comisario Ballesteros no sabe cómo aplicó Interior la ley antiterrorista a delincuentes

El comisario Emilio Ballesteros Manrique, jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid el 12 de noviembre de 1983, día de la desaparición de Santiago Corella, expresó ayer ante el tribunal del caso el Nani su desconocimiento sobre si las normas dadas por el Ministerio del Interior para la aplicación de la ley antiterrorista a delincuentes comunes eran escritas u orales.

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Ballesteros fue interrogado por el abogado de la acusación Jaime Sanz de Bremond, sobre las instrucciones dadas por sus superiores para aplicar la legislación antiterrorista, a lo que contestó: "Cuarido yo me hice cargo de la brigada [enero de 1981] esas normas ya estaban". "No sé si eran normas escritas o de palabra", dijo el comisario, y agregó: "La policía tiene claro que hemos recibido instrucciones de aplicar esta ley a los delincuentes comunes, peligrosos piara la seguridad ciudadana".

Emilio Ballesteros manifestó que el 12 de noviembre de 1983 no se encontraba en la brigada, ya que el día anterior abandonó Madrid para viajar a Valencia por motivos familiares, regresando el martes siguiente. Sanz de Bremond señaló en ese momento que el procesado inspector Victoriano Gutiérrez Lobo tiene declarado que Ballesteros estaba presente el 12 de noviembre. El comisario respondió entonces: "Yo no estaba ese día. Es La vez el señor Gutiérrez Lobo se ha equivocado". En ese momento, diversos letrados de la defensa protestaron por considerar improcedente el tono y las preguntas efectuadas al testigo. En la algarabía consiguiente, la voz del comisario Ballesteros de elevó manifestando: "'A mí lo que me interesa es colaborar la justicia y que la brigada criminal quede en el lugar que debe quedar".

A preguntas del fiscal, Fausto Cartagena, el comisario admitió conocer al aristócrata y prófugo de la justicia española Jaime Messía Figueroa. "Yo he conocido a Jaime Messía. Ha ido a mi despacho en dos oca siones". dijo y precisó que una de ellas era para saber si había contra él alguna investigación.

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Dudó, sin embargo, si cono cía o no al corrifldente y joyer santanderino Federico Venero. "No se si el día que vino a Madrid [el 10 o 11 de noviembre de 1983] le pude ver en mi despacho. De lo que sí estoy seguro es que no he intercambiado una sola palabra con él", indicó.

A preguntas del abogado José Emilio Rodríguez Menéndez, defensor de uno de los procesados, sobre si era persible evacuar un cadáver de la brigada y que todos los policías presentes en aquel momento guardasen un pacto de silencio, el comisario expresó su creencia de que "entonces se habría hundido la policía".

Previamente a las manifestaciones de Ballesteros, declaró el último de los agentes procesados que aún no lo había hecho. El inspector Miguel Ángel Lebrón Díaz-Flor incurrió en diversas contradicciones sobre la hora de la supuesta fuga de el Nani a Vicálvaro y el inicio de su búsqueda allí. Estas contradicciones afectaban tanto a una declaración sumarial suya anterior como a lo manifestado en la vista oral por otros procesados.

Por otro lado, el tribunal del caso acordó ayer prohibir el ac ceso a la sala con armas de cualquier clase. En la sesión del día anterior, dos miembros de la brigada anticorrupción, que portaban sus armas, grabaron el desarrollo de la vista. Ambos agentes han sido finalmente identificados como el inspector Luis Gómez González y el policía de la escala básica Mariano Sanz Gelón.

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