La probable bajada de la gasolina, entre tres y cinco pesetas

La bajada del precio de la gasolina, anunciada para próximas fechas por el secretario de Estado de Economía. Guillermo de la Dehesa en el caso de que el índice de precios al consumo (IPC) continuase la tendencia alcista del mes de marzo, podría producirse la próxima semana, una vez que se conozcan las conclusiones de la reunión que cinco miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) inician el lunes en Viena con cinco productores ajenos al consorcio. La bajada, que algunas fuentes oficiosas apuntan que podría anticiparse a hoy mismo, se situaría en torno al 5%; es decir unas cuatro pesetas por litro. El precio actual es de 78 pesetas para la super.Pese a las declaraciones de Guillermo de la Dehesa, la bajada de la gasolina no cuenta con el apoyo entusiasta de los miembros del Gobierno e incluso existen diferencias en el seno del Ministerio de Economía y Hacienda, donde la Secretaría de Hacienda, que encabeza José Borrell, aduce que reduciría los ingresos fiscales derivados de los productos petrolíferos. Asimismo, Interior y Obras Públicas han expresado, en ocasiones anteriores, sus reservas a tal medida por los efectos que tendría sobre el nivel de tráfico, ya agobiante en los últimos meses en algunas zonas de la geografía española.

En el Ministerio de Industria y Energía, por su parte, la bajada de los precios de las gasolinas tampoco produce grandes emociones. El consumo de productos petrolíferos está disparado desde hace año y medio, con subidas anuales, en el conjunto de la energía primaria, del orden del 4% anual. El consumo de productos ligeros lleva un aumento acumulado de más del 7% anual en los dos últimos ejercicios.

Este incremento de los consumos está produciendo distorsiones en el funcionamiento de las refinerías españolas que se ven forzadas a procesar más crudo para producir más productos ligeros, con lo que se agrava el problema del exceso de pesados, tales como el fuel, que tienen escasa salida en el mercado nacional, debido a su falta de competitividad frente a otras energías alternativas. Hasta el pasado año, el problema del exceso de fueles se había resuelto colocando en los mercados internacionales a un precio por debajo incluso del de producción.

Sin embargo, la situación ha cambiado y el mercado internacional apenas absorbe estos excedentes de las refinerías españolas. Tal es así que las cifras de exportación de productos refinados presentan una bajada sensible en los primeros meses del año, según apuntan fuentes del sector. La demanda de gasolinas ha forzado, por otro lado, a importarlas, con la reducción del superávit que presenta la balanza comercial subsectorial.

La bajada de la gasolina reduciría, por otro lado, los ingresos fiscales previstos que, aunque superaran los presupuestados en estos momentos, son, en el primer trimestre, inferiores a los registrados en 1986, pero algo superiores a los de 1987.