Siete chabolas de Vicálvaro fueron derruidas ayer con orden judicial

Siete chabolas del poblado gitano de Vicálvaro fueron derribadas ayer, una vez que las autoridades municipales consiguieran las órdenes judiciales pertinentes. El derribo de las chabolas se había intentado el día anterior, martes, sin conseguirlo por la oposición de sus habitantes y por la intervención de la asociación Presencia Gitana, que advirtió que los derribos no podían llevarse a cabo sin orden judicial y que si se hicieran a la fuerza presentarían denuncia judicial.El martes, funcionarios municipales enviados por el presidente de la junta de San Blas, Victorino Granizo, procedieron al derribo de dos chabolas, aunque tuvieron que desistir de continuar la operación con otras ante la resistencia de los vecinos. El propio concejal se despia-7-6 al poblado al conocer los hechos, y aseguró que las dos chabolas derribadas lo fueron después que sus propietarios firmaran un escrito por el que accedían a ser realojados en Los Cañaverales, una zona situada en la carretera de Vicálvaro a Rivas-Vaciamadrid donde se han instalado ya unas 80 familias gitanas, no todas ellas procedentes del poblado de Vicálvaro.

Fuentes del Ayuntamiento de Madrid citadas por Europa Press declararon que cinco de las familias desalojadas ayer están censadas en Extremadura, región en la que tienen sus propias viviendas y cobran el seguro agrario.

El desalojo y posterior realojo de las familias gitanas de Vicálvaro se inscribe en el programa del Consorcio de Realojamiento para Población Marginal. En el poblado de Vicálvaro, conocido como Los Focos, el Consorcio ha censado a 336 familias, de las cuales 17 han recibido ya pisos en edificios de altura, 26 en viviendas provisionales en el campamento de Los Cañaverales y otras 38 tienen concedida parcelas en el mismo campamento, parcelas en las que se han levantado chabolas de similares características -levantadas a base de postes y de paredes formadas por chapas de madera- a las que tenían en Vicálvaro. Otras 40 familias de etnia gitana tienen ya adjudicadas viviendas, aunque todavía no han efectuado el traslado.

Los Cañaverales

Fuentes municipales han señalado que el campamento de Los Cañaverales dispone de una acometida de agua y otra de luz para cada parcela, así como de alcantarillado, además de contar con un pequeño centro social, guardería, cinco módulos de lavabos y duchas y tres cuadras con capacldad para albergar una veintena de animales.Sin embargo, un portavoz del poblado de Vicálvaro se lamentó del emplazamiento de Los Cañaverales, ya que, al estar situado en el margen de una carretera con escaso tráfico, les perjudica para desarrollar sus medios de subsistencia, centrados en la venta de mobiliario sanitario. Algunas de las personas que ya habitan el campamento afirmaron que se encontraban "muy solos y lejos de la ciudad".

Esas mismas personas aseguraron que el agua la cogen de una fuente y que para proveerse de luz han recurrido a enganches clandestinos.

El martes, Presencia Gitana declaró a los informadores que la junta municipal había conseguido la firma de los pobladores de las chabolas a derribar con "coacciones y amenazas". Un representante de Presencia Gitana, Manuel Martín Ramírez, afirmó que tales presiones habían sido denunciadas en el juzgado de guardia.