Grita insumisión
Ser objetor no es algo especial, es algo tan simple como creer que no todo se justifica en aras de un supuesto crecimiento económico (que sigue teniendo raíces bélicas, tronco explotador y ramas insolidarias). Algo tan sencillo, en mi caso, como no encontrarle el punto G a la palabra patria. Algo tan simple como no creer en estructuras donde la obediencia ciega sustituye a la humana y noble dialéctica, conversación si se quiere. Ser objetor puede ser uno de los contrapuntos o teorías gastadas, eruditas, pero carentes del optimismo y la humanidad necesarios para además de vivir posibilitar que los demás también vivan. Ser objetor es hacer el amor... y más cosas, pero no la mili
Ser objetor es estar sinceramente convencido de que es posible la reconversión del Ejército, de los cascos en maceteros y las garitas en quioscos.-
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