Guastavino: "Los comunistas chilenos repudiamos la trampa del plebiscito"

"Los comunistas chilenos repudiamos la trampa del plebiscito" afirma el ex diputado y actual miembro del comité central del Partido Comunista Chileno (PCCh) Luis Guastavino, aunque añade que está dispuesto a negociar con toda la oposición para realizar movilizaciones conjuntas contra el régimen militar. El líder comunista -que se encuentra en la clandestinidad desde que regresé a Chile en septiembre pasado, declaró que su partido no está aislado, pese al acuerdo de otros 14 partidos de la oposición para participar en el plesbicito sobre la sucesión presidencial, previsto para este año.

El autor de la entrevista fue llevado con los ojos vendados en un coche, hasta algún punto de Santiago, donde Guastavino -uno de los hombres más buscados de Chile- concedió una entrevista a EL PAÍS. El Partido Comunista chileno (PCCh), que en 1973 tenía un 16%. de los, votos y era uno de los mayores y mejor organizados partidos comunistas de Occidente, conserva una fuerte influencia en la oposición, a pesar de la persecución de los últimos 14 años.

Pregunta: ¿Qué opina del acuerdo de 14 partidos para votar no, que dejó aislado al PCCh?

Respuesta: El PCCh no está aislado. No es fácil aislar a un partido tan grande y de tanto arraigo popular. Si toda la oposición no hubiera cambiado sus posiciones de desobediencia cívica y mantuviera su rechazo al plebiscito, se propinaría una derrota contundente al dictador para desestabilizarlo hacia su caída. La Constitución es una armadura de hierro del fascismo en Chile, que cierra toda brecha hacia la democracia. Subir al escenario del plebiscito eludiendo la lucha de las masas, quiérase o no, sólo garantiza la legitimación y prolongación de la dictadura.

P. ¿Cree que el plebiscito favorece a EE UU?

R. Es el plan ideal de los norteamericanos. Chile está dentro del tablero de ajedrez en una zona en la cual Estados Unidos tiene intereses estatégicos. Un Gobierno democrático, antifascista, aunque sea liberal, reforzaría los aires independentistas y liberadores que se juegan en América Latina. EE UU necesita mantener el sistema con Pinochet, porque con él tienen su garantía fundamental en Chile. EE UU, si pudiera, mantendría el régimen sin Pinochet. Pero no le es fácil entreabrir la puerta para echar a Pinochet, porque por ahí puede entrar el inmenso vendaval popular.

Lograr garantías

P. ¿Qué piensa de los sectores de izquierda que se adhirieron al no, entre ellos el Partido Socialista Almeyda, aliado histórico del PCCh?

R. Es muy doroloso y lamentable, aunque respetamos su decisión, a pesar de que ella facilita la realización del plebiscito, estimulando peligrosas ilusiones que no compartimos. En todo caso, hay también partidos como la Democracia Cristiana (DC) que condicionan su participación al logro de determinadas garantías. Pinochet no dará ninguna. Entonces, esos partidos deberán enfrentar la opción histórica de capitular ante los planes del dictador o no concurrir a las urnas. El país debería saber hasta cuándo la DC esperará esas garantías, que sean francos y lo digan.

P. ¿Si ganara el no, cree que la gente va a salir a las calles, muy contenta, a exigir que Pinochet se vaya cuanto antes?

R. Si el plebiscito se realiza en medio de una lucha contra el régimen, podría transformarse en una coyuntura favorable al pueblo. La DC no está en esa dirección de lucha real, sino en un activismo sólo electorero. Por eso, dudamos de que ante un hipotético triunfo del no, el centro político se juegue a la carta filipina, que demoró más de dos años en prepararse con luchas crecientes del pueblo en las calles. Además, Pinochet es el caudillo de una dictadura fascista. Los españoles saben de eso. En la misma noche, el sátrapa puede dictar estado de sitio, poner una bomba en una iglesia, asesinar a veinte personas, culpar a los comunistas, dar un autogolpe. La lucha debe ser frontal, rupturista, sin vacilaciones, de todo el pueblo.

P. ¿Cuál cree que va a ser el resultado del plebiscito?

R. Un fraude que comenzó con el golpe del 11 de septiembre de 1973.

P. ¿En que términos llamaría el PCCh a votar no?

R. Si viéramos la disposición a una mesa opositora no excluyente, para desplegar la movilización unitaria contra la dictadura, analizaríamos si el propio plebiscito no puede transformarse en una coyuntura democrática, en un detonante de ruptura con el sistema. La DC debiera aplicar ahora su capacidad de movilización contra el tirano, tal como en 1973 la agotó contra el Gobierno constitucional de Salvador Allende. Entonces recurrieron a todo, incluso a la vía armada.