Matan a un hombre a puñaladas para robarle 2.000 pesetas

Enrique Camero Robles, de 54 años de edad, resultó muerto en la tarde del pasado domingo al recibir cuatro puñaladas cuando caminaba por las proximidades de la clínica de la Zarzuela, en el barrio de Aravaca, en Madrid, según informaron fuentes de la Guardia Civil. Los indicios recogidos hasta ahora permiten sospechar que el homicidio se produjo en el curso de un atraco en el que los agresores se apoderaron de una cartera, donde se cree que la víctima llevaba unas 2.000 pesetas.

Enrique Carnero estaba empleado como guarda de una villa situada a la altura del kilómetro 10 de la carretera de La Coruña, adonde regresaba sobre las 15.30 del pasado domingo, después de haber estado pasando un rato con un grupo de amigos.La víctima salió sobre las once de la mañana del domingo del chalé donde prestaba servicio y manifestó a su familia que tenía intención de reunirse con unos amigos en algún bar, aprovechando que era su día de descanso. Poco después de las tres de la tarde se dirigió a almorzar a su domicilio.

Enrique Carnero atravesó el pasadizo que discurre bajo la autovía Madrid-La Coruña a la altura de la clínica de la Zarzuela, y parece que poco después de salir del túnel fue abordado por uno o varios individuos que le exigieron la entrega del dinero que llevase.

El Servicio de Información de la 112 Comandancia de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo del caso, no ha podido precisar cómo se produjeron los hechos, dado que no hay ningún testigo presencial. Sin embargo, medios próximos a la investigación sospechan que la víctima fue pinchada al intentar hacer frente a los asaltantes.

Carnero, casado y padre de tres hijas, recibió dos cuchilladas en el cuello, una en el vientre y una cuarta en una pierna. Pese a la gravedad de las heridas, logró caminar a trompicones durante unos 180 metros en dirección a la Villa Ondarreta, propiedad de la familia Gaiztarro Arava, donde trabajaba como vigilante desde hacía unos años.

Una hermana y un cuñado de Enrique, al ver que éste tardaba en regresar, salieron en su busca y lo encontraron caído a unos 40 metros de distancia. La víctima estaba en medio de un charco de sangre, junto a un coche aparcado ante el número 2 de la calle de Carlos San José.

Robo de la cartera

Los propios familiares trasladaron en un coche al herido a la cercana clínica de la Zarzuela, "sin que pudiese llegar a pronunciar ni una sola palabra", según ha declarado su hermana.Los médicos de guardia intervinieron quirúrgicamente al paciente, pero éste falleció alrededor de las nueve de la noche del domingo, debido a la gravedad de las heridas, algunas de ellas "mortales de necesidad", según comentaron fuentes de la Guardia Civil.

La familia del guarda asesinado ha manifestado que se ha echado en falta su cartera, donde supone que guardaba una pequeña cantidad de dinero, estimada en no más de 2.000 pesetas. Esta circunstancia avala la hipótesis inicial de que el móvil del crimen fue el robo.

Los vecinos y conocidos del fallecido Enrique Carnero coinciden en calificarle de "un buen hombre", dedicado a su trabajo y a su familia, por lo que apuntan la teoría de que su muerte es obra de sirleros (atracadores con navaja), que suelen ser adictos a las drogas.