La ONCE cree que la sociedad estatal del juego favorecerá la desestabilizacion del sector
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) considera que la sociedad anónima que piensa crear el Estado para la venta de sistemas de juego a grupos públicos y privados (véase EL PAÍS de ayer) contribuirá a la desestabilización del sector. A este respecto, Miguel Durán, director general de la ONCE, pidió ayer un pacto con las administraciones públicas para contener el juego.
Durán manifestó que "las administraciones están desprestigiando los juegos de azar al convertirlos en locomotoras de un tren desenfrenado e interesado en conseguir recursos tributarios sin utilizar la vía normalizada de los impuestos".Sin embargo, se mostró contrario a establecer una medida como la que figura en una proposición de ley de Minoría Catalana en el Congreso de los Diputados para suprimir la publicidad de todo tipo de loterías.
"El ministro Solchaga dijo el 10 de febrero de este año", afirmó el directivo de la ONCE, que aceptaría un pacto de limitación de esta publicidad, posición que defiende Miquel Roca. Nosotros no creemos que ésta sea una buena fórmula. Lo que deben hacer los Gobiernos, central y autonómicos, es no practicar la doble moral que consiste en sacar nuevos juegos y después restringir su publicidad como medida de cara a la galería".
Para los dirigentes de la ONCE, su postura es clara: "Quien se avergüence de sus juegos, lo que debe hacer no es eliminar la publicidad, sino eliminar el juego".
La ONCE se considera injustamente tratada por el Estado, ya que primero lanzó el bonoloto y ahora anuncia la aparición de una nueva sociedad para la venta de sistemas de juego a grupos públicos y privados, después de que les hicieran asumir parte de los trabajadores con minusvalías de la sociedad ilegal Prodiecu.
"Desde octubre del año pasado hemos incorporado 630 trabajadores en Cataluña y más de 5.000 en toda España procedentes de Prodiecu. No parece lógico que el Estado que nos hizo esta petición ahora pretenda reducirnos nuestra cuota de mercado", añadió Durán.
Sobre la nueva sociedad cuya puesta en marcha preparan el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE), Telefónica y la consultora pública Improasa, afirmó que sólo conoce la reseña de prensa publicada. No obstante, opina que es una prueba más de la voracidad del Estado para progresar en su capacidad recaudadora. "Preferiríamos que Luis Solana [presidente de Telefónica] se dedicara a llevar teléfonos a las zonas rurales que carecen de este servicio; y en el caso de que sea compatible hacer las dos cosas, que sepa que desestabiliza el sector", afirmó el director general de la ONCE.
Un as en la manga
La ONCE no desea crecer más allá de un 7% de participación en el volumen total del juego. La aparición de las loterías catalanas le supuso a esa organización en Cataluña un duro golpe al que siguió, cuando se estaba recuperando, uno mayor, el bonoloto, con el cual se resienten las ventas de la ONCE, según Durán.El director general no quiso adelantar si la ONCE tiene ún as en la manga, en forma de nueva modalidad de juego, aunque dio ,a entender que alguna idea guardan bajo llave: "Si se reducen las ventas o, lo que es igual, sí para alcanzar las ventas necesarias nuestros trabajadores tienen que alargar la jornada como está pasando, vamos a defendernos" Miguel Durán indicó que su respuesta siempre será "inducida", y que sólo les mueve la defensa de decenas de miles de puestos de trabajo y de pensionistas.
Por último, los directivos de la ONCE juzgaron positiva la sentencia del Tribunal Constitucional en relación con la ley del Juego de Cataluña por cuanto establece, según Durán, que la ONCE es "más que un cupón", dadas sus finalidades sociales, y proclama que ninguna comunidad autónoma, por el hecho de tener competencias en materia de juego, puede tener competencias sobre la entidad.
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