Hijo del 68

El cantante francés Renaud se considera hijo legítimo de mayo del 68, cuando los supervivientes de aquella generación se encuentran hoy entre la reconversión y el olvido. Sus canciones mantienen una carga ideológica evidente, un idealismo utópico que le permite mezclar unas posiciones cercanas al anarquismo con declaraciones de principios a favor de Mitterrand. Los aparentes contrasentidos de Renaud también se plasman en su condición de estrella del pop francés, con millones de ejemplares vendidos de cada uno de sus discos, al tiempo que ataca al sistema comercial dominante en la música.En su concierto de presentación en Madrid, Renaud demostró su capacidad para hacer creíbles posturas que en la mayoría de los casos sonarían pretenciosas por lo evidentes. Heredero directo de la tradición de la canción francesa, su virtud es asumir la herencia musical de Brassens, mezclarla con Dylan y continuar siendo Renaud sin dar la impresión de cantautor reciclado a rockero. Partidario de una comunicación coloquial con el público, sus canciones sencillas y melancólicas estuvieron arropadas por excelentes músicos y explicaron la razón de su éxito en Francia así como la necesidad del reconocimiento de su música en nuestro país.