Hamida Bucharaya debe a Bankunion una parte sustancial de Nuevos Varaderos, SA

Bankunión no ha percibido una parte sustancial -alrededor del 75%de la deuda contraída por la sociedad compradora de Nuevos Varaderos, SA (Nuvasa), astillero controlado por el magnate mauritano Hamida Bucharaya. El hombre de negocios mauritano no ha hecho frente, a su vez, a una serie de compromisos acordados con la propia Nuvasa, en concepto de reparación del sus buques pesqueros, por un total de alrededor de 1.000 millones de pesetas.

Hamida Bucharaya, un inversor de probada solvencia, había adquirido ya durante el pasado verano al Banco Urquijo Unión (Bankunión), del grupo Hispano Americano, la propiedad del madrileño Parque de Atracciones, SA, por un total de 1.700 millones de pesetas.Otra operación cerrada por el banco del grupo Hispano en la órbita del acomodado inversor norteafricano fue la venta de Nuvasa, cerrada por una cuantía sustancialmente menor, (le alrededor de 200 millones de pesetas, y destinada también a deshacerse de parte de su patrimonio marginal.

Sin embargo, poco después de suscrita la operación, Bucharaya se vio obligado a hacer frente a un cuantioso desembolso económico en Mauritania, tras un episodio con las autoridades pesqueras de aquel país. Este episodio -una multa por faenar al margen de la normativa pesquera- desencadenó sus posteriores problemas de liquidez, tanto en la compra de la propia Nuvasa corno en las siguientes contrataciones concretadas a través de Mahavi, SA -una sociedad también controlada por él- a los astilleros tinerfeños, lanzados por entonces a una agresiva campaña de contratación.

De acuerdo con las fuentes consultadas, Nuvasa cuenta con compromisos impagados por un importe cercano a los 1.000 millones de pesetas, correspondientes en su parte sustancial a los compromisos suscritos por el armador mauritano. Ello ha hecho que el volumen de riesgo contraído por el astillero sea manifiestamente desproporcionado en relación con los recursos con los que cuenta la sociedad.

Así las cosas, el cúmulo de compromisos por cobrar y la consiguiente falta de liquidez de Nuvasa han venido provocando la aparición de esta compañía en el RAI (el índice interbancario de compromisos impagados), un documento interno elaborado por distintas instituciones financieras al que acceden ellas mismas a la hora de librar nuevos créditos.

No obstante, pese a los sinsabores financieros de Hamida Bucharaya, las fuentes consultadas han coincidido en señalar el "carácter coyuntural" de las dificultades del inversor mauritano, cuya solvencia se pone fuera de duda. Aparte de las citadas propiedades, Bucharaya es dueño de una flota de 30 barcos, así como de un pi1acete en Ciudad jardín (Madrid), vendido en su día por la agencia Efe, entre otros de los bienes que se le atribuyen en España.

Garantías oficiales

Otro de los avales que amparan la posición inversora de Hamida Bucharaya son las garantías oficiales con que cuenta su país, recientemente ratificadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Lemine. Hace unas semanas, a su paso por el aeropuerto de Los Gandos, en Canarias, el alto dignatario mauritano ha ratificado lacónicamente la solvencia del adinerado financiero. "Los acreedores" comentó Lemine, "recibirán en su momento las cantidades pendientes del armador [Hamida Bucharaya] siempre que acrediten documentalmente dichos compromisos económicos".Días después de estas declaraciones, el director de Nuvasa, Pedro Anatael Meneses, negaba en Santa Cruz de Tenerife la quiebrao posible venta de esta compañía de reparación de buques. Los responsables dé Ntivasa han reconocido, al mismo tiempo, tener un volumen de deuda importante, contraído con "determinado empresario pesquero de nacionalidad inauritana", que les ha provocado problemas de: solvencia. "Si bien es cierto que la compañía ha atravesado por un problema de liquidez, estas dificultades se están solventando en la actualidad a través de la negociación de distintas operaciones bancarias", informa Carmelo Martín.

Dentro de su política de expansión, por otra parte, Nuvasa ha ampliado recientemente su capacidad de operaciones, hecho que ha provocado la inquietud de sus competidores más directos.

La ampliación de instalaciones realizada por Nuvasa fue cuestionada en su día por su competencia directa, tildándola de irregular y contraria a la política de reducción de capacidades que afecta al sector. La operación, sin embargo, es totalmente regular, ya que, al no contar con ayudas públicas en el marco del plan de reconversión, no se ve constreñida por las condiciones de limitación de capacidades impuesta para el conjunto del sector de construcción naval, según lo señalado por el Ministerio de Industria.