Las primarias de Illinois confirman la 'balcanizacion' del Partido Demócrata
Las primarias del Estado de Illinois han confirmado la balcanización del Partido Demócrata norteamericano, que sale dividido y sin un candidato con fuerza para oponer a un George Bush que ya tiene la designación republicana en el bolsillo. Está claro que la convención demócrata será abierta, y ningún aspirante del partido que ha perdido cuatro de las últimas elecciones presidenciales llegará a Atlanta, en julio, con los delegados necesarios para ser designado en la primera votación.
El gobernador de Massachussets, Michael Dukakis, considerado como el aspirante demócrata más sólido a la Casa Blanca sólo obtuvo un modesto tercer puesto, detrás de Paul. Simon y Jesse Jackson, y ninguno de los 173 delegados que se disputaban en este populoso estado industrial del norte de EE UU.Jackson ha topado también con sus límites y no consigue ganar en un Estado industrial del norte, a pesar de que el gran Chicago es su base política.
Lo sucedido el martes en Illinois confirma la debilidad nacional de Dukakis y el poco entusiasmo despertado por su mensaje tecnocrático, que promete transplantar a todo el país el milagro económico logrado en su estado de Massachussets.
El desconcierto demócrata es de gran ayuda para los republicanos que, no cuentan con un candidato que entusiasme, pero podrán presentar un frente coherente y un partido unido.
Su esperanza es que, mientras tanto, los demócratas se destrocen entre sí, no superen las divisiones de la campaña y no encuentren un mensaje atractivo con el que atraer a votantes independientes y demócratas tránsfugas, que se pasaron a Reagan en 1980 y 1984, y sin los cuales no podrán ganar la Casa Blanca.
El triunfo del senador demócrata por Illinois Paul Simon, que no ha ganado en ninguno de los otros 29 Estados que han celebrado ya primarias, sólo es un factor de confusión añadido al campo demócrata, donde cuatro candidatos se disputan aún la supremacía. Simon era apoyado por la maquinaria demócrata del Estado. Quedan en liza tres candidatos demócratas liberales: Dukakis, Simon y Jackson. Y dos populistas moderados: Albert Gore y Richard Gephardt.
George Bush vuelve a destrozar a Robert Dole por 56% a 26%, y ya sólo queda saber cuando el senador por Kansas decide tragarse su orgullo y retirarse de la carrera. Está meditándolo en Washington, donde recibe presiones de líderes republicanos para que abandone. Pero Dole, que cree que Bush será fácilmente derrotado por un demócrata en noviembre, dijo tras el nuevo descalabro de Illinois que volverá a intentarlo en Connecticut y Wisconsin.
El vicepresidente afirmó que ha logrado "una grande y convincente victoria", pero no todas las noticias de Illinois son buenas para Bush. Un estudio de los votantes muestra que el vicepresidente no consiguió atraer, como lo ha hecho Reagan, a ciudadanos independientes necesarios para que los republicanos conserven en noviembre la presidencia.
La continuidad de Reagan
El voto en Illinois confirma lo ocurrido hace una semana en la superprimaria del Sur. Los votantes republicanos optan la continuidad de Reagan encarnada, sin carisma, por George Bush. El telepredicador Pat Robertson, con un 6% en Illinois, ya es sólo un candidato anecdótico en el Partido Republicano.Jesse Jackson, gracias al apoyo de los votantes negros en tres distritos de Chicago, logró el segundo puesto, pero bastante distanciado de Simon, que obtuvo un 43% de los sufragios, frente a un 31% del reverendo de color. No es el triunfo que esperaban las gentes de Jackson, que sólo logró en el Estado el 10% de los votos demócratas blancos.
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