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Tres muertos en un atentado en el entierro de los tres militantes del IRA

Tres personas murieron ayer, y varias decenas resultaron heridas, en un ataque con bombas de fabricación casera y disparos de pistola contra los asistentes al entierro de los tres miembros del IRA muertos días atrás en Gibraltar. La agresión, que se produjo en el cementerio, se atribuye al grupo paramilitar protestante Asociación para la Defensa del Uster (UDA). El Sinn Fein, brazo político del IRA, acusó a la policía de actuar en connivencia con los atacantes.El incidente se produjo nada más ser inhumado el cuerpo de Sean Savage y cuando aún restaba por enterrar a Danny McCann, un activista del IRA al que se atribuían más de 25 muertes. A las 13.21 horas, dos explosiones sorprendieron a las alrededor de 10.000 personas reunidas en el cementerio católico de Belfast. La gente se arrojó al suelo mientras desde los altavoces instalados junto a la fosa se pedía calma. Inmediatamente: estallaron otras dos bombas, a las que parte de la concurrencia respondió saliendo a la carrera hacia el agresor, un hombre joven. Mientras se desarrollaba la persecución, el atacante lanzó alguna bomba más y abrió fuego en repetidas ocasiones con una pistola automática. Al final fue capturado y golpeado en los límites del cementerio, junto a una autopista.

Los asistentes a la ceremonia tenían centrado todo su interés en la persecución, cuyo desenlace fue acogido con aplausos y gritos de "¡IRA!" que Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, consiguió acallar. Tras siete minutos de alteración, se procedió a introducir en la fosa el tercer féretro, en un ambiente de absoluto desconcierto. Mairead Farrell, la jefa del comando, había sido la primera en ser inhumada.

En el momento de producirse el incidente armado, nadie habló de que se hubieran registrado bajas mortales. Fue más tarde cuando fuentes hospitalarias confirmaron la muerte de tres hombres, mientras se atendía de heridas de diverso tipo a medio centenar de personas., cuatro de las cuales se encontraban en estado grave.

La policía (Royal Ulster Constabulary, RUC), apareció para salvar del linchamiento al agresor. Según Adams, la RUC, una fuerza paramilitar terrorista", actuó en connivencia con los agresores. "Estamos seguros de que los implicados tenían conocimiento de que no habría presencia de la policía y del Ejército", dijo Adams.

Un portavoz de la RUC declaró más tarde que no había habido despliegue policial ante las garantías recibidas de que el IRA no iba a realizar acto de presencia.

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