El presunto conductor 'kamikaze' estaba sometido a tratamiento psiquiátrico

El presunto kamikaze que en la madrugada de ayer chocó contra un vehículo policial permanecía ayer en estado grave en la unidad de vigilancia intensiva del hospital Ramón y Cajal de Madrid, y el equipo médico que le atiende no teme por su vida. Según comentaron ayer familiares de Antonio Riego Valentín, de 32 años, éste se hallaba en tratamiento psiquiátrico desde hace más de medio año por una depresión originada por su separación matrimonial. Asimismo le estaban siendo administrados traquilizantes y estimulantes.

Riego Valentín fue observado mientras circulaba en sentido contrario desde Torrejón de Ardoz. Varios kilómetros más tarde provocó el choque de un 131, expulsó de la carretera al menos a cuatro vehículos y chocó con un coche de la Policía Nacional que trataba de hacerle frente. Los policías que ocupaban el vehículo de la comisaría de Chamartín, P. M. P. y C. G. F., sufrieron heridas de diversa consideración. Antonio Riego Valentín sufre a su vez roturas en la pierna, hombro y cadera izquierda, choque traumático y conmoción cerebral.El supuesto conductor suicida tiene dos hijos, un varón de tres años y una niña de año y medio, y trabaja desde hace años en una empresa de componentes electrónicos de Torrejón de Ardoz. Según relataron ayer sus familiares, su decadencia psíquica se inició con los trámites de separación de su mujer, aún pendientes.

Sin embargo, Riego Valentín se había trasladado hace mes y medio a casa de sus padres, donde vivía ahora. Siempre según las declaraciones de sus allegados, el presunto suicida no bebía: "Cuando iba a tomarse una cerveza dejaba de tomar las pastillas". "Últimamente había recuperado el ánimo", continuaron explicando; "no entendemos qué es lo que ha sucedido". El hecho de que Antonio Riego residiera durante el período en que duró su matrimonio en Barajas resta peso a la hipótesis de que se confundiera de dirección, al igual que la velocidad a la que circulaba y la duración de su carrera en sentido contrario a la marcha, según la policía.