Ligera ventaja liberal en los los recuentos tras la pacifica jornada electoral de ayer en Colombia

En varias capitales de departamento de Colombia, liberales de diferentes tendencias llevaban ventaja, como ocurría en Medellín, Manizales, Neiva, Pasto, Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué, Barranquilla. Los conservadores llevaban ventaja en Popayán. El primer alcalde de una capital departamental que se confirmó fue el de Armenia, capital del Quindío, donde se impuso un liberal. La primera impresión, tres horas después del cierre de los Colegios electorales (una de la madrugada de hoy, hora peninsular espapola) era que los candidatos conservadores no se han beneficiado de la división en múltiples fracciones de sus tradicionales enemigos, los, liberales, que detentan el Gobierno del país.La jornada electoral trascurrió sin incidentes graves, aun que con unas características peculiares. Las papeletas electorales eran repartidas a los votantes por los propios candidatos y los grupos que los apoyan. No existe una papeleta única oficial de la comisión de garantías electorales. Las mesas de votación están concentradas en pocos puntos de la ciudad. Los tenderetes de los candidatos y grupos llegaban casi hasta los mismos puntos de votación. Hasta el último minuto, los seguidores de los candidatos entregaban a los votantes papeletas con la esperanza de conseguir el voto.

Ayer, en el centro de Bogotá, grupos musicales animaban con música de cumbia a sus seguidores. Chicas jóvenes, uniformadas con gorras y camisetas con los colores y caras de sus candidatos, repartían papeletas de voto o se enzarzaban a gritos con, los seguidores de la competencia.

Hacia las diez de la mañana, unas chicas que hacían propaganda al candidato socialconservador a la alcaldía de Bogotá, Andrés Pastrana, sufrían el acoso de un grupo del Nuevo Liberalismo que coreaba: "¡Papi paga todo!". El grito hacía referencia a que Pastrana es hijo del ex, presidente Misael Pastrana, de quien se dice que gobernará en la sombra y tratará de abrir a su vástago el camino hacia una eventual candidatura presidencial de: los conservadores.

El aire de fiesta se mantuvo en Bogotá hasta después del cierre de los colegios electorales, aunque el estilo de la celebración era muy diferente. En el barrio norte, miles de jóvenes pijos que habían tomado las calles con sus coches provocaron un fenomenal atasco de tráfico. La diversión consistía en lanzarse paquetes de harina y huevos, como si Colombia nadase en la abundancia. La candidata a la alcadía de Bogotá, María Eugenia Rojas, hija del ex dictador Gustavo Rojas Pinilla, tuvo que ser asistida en un centro asistencial tras recibir el impacto de un huevo en un ojo.

En los barrios populares del sur, había animación, pero muchos niños de 10 años vendían por las calles comida hecha en casa para tratar de aprovechar el día electoral y ganar unos pesos. Mientras en el barrio norte los policías pedían timidamente compostura a los niños pijos, en los barrios del sur el Ejercito patrullaba y mantenía el orden con gesto duro y displicente hacia la población.

Durante toda la jornada no hubo constancia de incidentes graves en Colombia. Sólo se informó de una emboscada a una patrulla de policía en La Jagua de Ibirico, en el departamento de César, en el Caribe.

Participación

Los comentarios de emisoras de radio y diversas autoridades celebraban la elevada participación electoral. Sin embargo, este dato no coincide con las observaciones del enviado de este periódico en Bogotá. En siete mesas del centro de la capital, el porcentaje de participación no llegó al 40%.

En el barrio popular Veinte de Julio, la participación había sido más elevada y, media hora antes del cierre de las mesas de votación, superaba ligeramente el 40%.

Un análisis del politólogo Alberto Restrepo llega a la conclusión de que "para un país que teme tanto al cambio como Colombia, la simple elección de alcaldes es casi una revolución a fuerza de votos".

Restrepo destaca cuatro aspectos en la elección de ayer: inicia un giro en el eje de la Constitución de 1886 (para los apocalípticos, "quiebra el espinazo" a la carta fundamental); la elección sacude a los partidos tradicionales y permite que surja competencia en el ámbito local; abre espacios a nuevas fuerzas políticas y sociales; los comicios de ayer tienen el carácter de plebiscito contra la guerra y a favor de las reformas.