Gil mantiene a Menotti y Poncini porque sólo quedan ya dos meses de competición
Jesús Gil parecía ayer decidido a mantener hasta el final de temporada a César Menotti, su entrenador argentino, y a su ayudante y compatriota, Rogelio Poncini, pero sólo porque apenas quedan ya dos meses para 11 jornadas de Liga. Gil ha afirmado: "Por soberbia no se puede mantener un sistema definido", y fuentes del club censuran ya abiertamente tanto las tácticas de Menotti como la lamentable preparación física". Los jugadores prefieren no entrar en guerras con Gil porque como afirma uno de ellos, "al fin y al cabo, cobramos de él", mientras el Roma presiona par afichar a Futre.
Cuando fichó a Menotti, Gil trató de imponerle un preparador físico -Ángel Vilda tenía contrato y finalmente se marchó con Luis al Barça-, pero el argentino se negó porque él trabaja siempre con un ayudante, Rogelio Poncini. Al cabo del tiempo, Gil parece haber deducido que el equipo no corre lo que debiera y comenta en sus círculos privados que eso ocurre, "sencillamente, porque no se entrena lo suficiente".Gil ha tratado, de reconducir la situación hablando del tema con Menotti, pero en este asunto al final ha procurado no forzar sus decisiones personales y ahora está arrepentido porque de lo que se trata, según dice, es "de aguantar hasta el final, y ya en mayo veremos qué ocurre". Gil le hizo un contrato a Menotti de 40 millones de ficha y un millón más mensualmente, aparte primas. En total, unos 60 millones. Y de Poncini, fuentes del club indican que ganará unos 20 millones,. 700.000 pesetas en pagas mensuales y el resto por otros conceptos.
Cláusula del contrato
Menotti no va a seguir, y no sólo porque no podrá hacerse efectiva la cláusula del contrato por la que si ganaba la Liga quedaba automáticamente renovado. Pero el problema para Gil se le presenta con una plantilla que él mismo organizó a golpe de talonario para reactivar al club y que ahora no le convence. No le gusta la situación de Goikoetxea -"de siete meses, se ha pasado cinco lesionado"-, pero fue el propio Gil el que le hizo un contrato de más de 30 millones anuales, aparte de pagar 60 al Athlétic, más el goleador Uralde.
A Gil no le gusta Sergio, cada vez tiene menos fe en Arteche -ganaba 10 millones anuales y le subió el contrato a 20 por su espíritu de lucha-, ha estado a punto de rescindirle el contrato a López Ufarte, se desespera con Marcos, Parra no acaba de ofrecer un rendimiento regular y no entiende el bajón de Eusebio, salvo que "el chico no esté bien preparado, porque bueno sí que es". Gil insiste una y otra vez en que va a mantener a Futre, aunque en Italia siguen dando por hecho un traspaso ya desde el próximo mes de mayo. Gil necesita el carisma del portugués para intentar su aventura por segundo año -venderle sería su gran fracaso ya que llegó a decir que la pareja Gil-Futre sería como la que formaron "Bemabéu y Di Stéfano"-, pero Futre ya ha advertido que si no se logra un equipo campeón lo mejor sería marcharse. Por eso negoció ayer con emisarios del Roma, a espaldas de Gil, en su propio chalé, según informó la cadena Ser. Si la próxima semana Gil se resiste a las presiones del portugués, familia y asesores, la Roma podría intentar el fichaje ' pese a todo, haciendo uso de una cláusula del contrato por la que Furtre puede ser traspasado por 1.540 millones. A Alemáo, Gil sí quiere traspasarle.
El brasileño, que confesó el jueves haber hecho el peor partido de su vida, decía ayer que las declaraciones del presidente "influyen mucho en el clima de vestuarios, aunque a mí no me aféctan". En la plantílla se considera "absurdo" el rumor de un boicoteo a Gil, que no se reunirá más con los jugadores para hablar de "criterios empresariales colectivos".
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