Los periódicos chinos acusan a "una minoría de agitadores" por los disturbios del Tibet

Mientras todas las comunicaciones han sido cortadas entre Lhasa y el resto del mundo, un comunicado leído anoche en la televisión china anunció el retorno a la normalidad en la capital de la región autónoma de Tíbet, tras las manifestaciones independentistas del pasado sábado, que se saldaron con, al menos, ocho víctimas mortales. Los periódicos chinos, por su parte, describen con lujo de detalles los desmanes cometidos por "una minoría de agitadores", y señalan la defenestración de dos policías, uno de los cuales pereció en el acto.Para las agencias occidentales, en cambio, los muertos son ocho: un monje de 15 años, que recibió un balazo en el entrecejo; cuatro civiles, que perecieron por disparos de fusil durante la represión, y tres policías.

Tanto fuentes chinas como de agencias occidentales coinciden en señalar que los enfrentamientos se prolongaron hasta la madrugada del domingo y que disparos de armas de fuego y el ulutar de las sirenas pudieron oírse hasta bien entrada la noche.

Pero al mismo tiempo que deben estar al acecho de cuanta información pueda filrarse de Lhasa, los observadores deben prestar atención a posibles rectificiones que puedan plantearse en la cúpula del partido comunista y del Gobierno, tras este nuevo desafío lanzado por los fieles del dalai lama- (líder religioso de los tibetanos, en el exilio desde 1959). Ya en septiembre y octubre, otros enfrentamientos provocaron entre 13 y 19 muertos. Desde entonces, la dirección del PCCh, sin dejar de acusar al dalai lama de practicar el terrorismo hizo, hizo su autocrítica reconociendo la subsistencia de una ideología. izquierdista que no reconoce las especificidades tibetanas.

Ayer mismo, aunque la televisión aseguró que los "revoltosos serán castigados con toda la fuerza que requiere la ley", se reconoce que el tema tibetano debe ser tratado con mesura. A lo largo de todo el día, las agencias noticiosas de China proclamaron la continuidad de la política de apertura y el mantenimiento de varios proyectos de cooperación técnica con el extranjero en la región, así como las garantías dadas a la libertad de culto