Insisten a Fraga para que sea candidato a la Xunta de Galicia

Tres mil personas -y un millar más en pasillos y escaleras- estallaron ayer en aplausos y aclamaciones a Manuel Fraga, cuando Gerardo Fernández Albor, ex presidente de la Xunta de Galicia, proclamó que su mayor satisfacción será entregar a Manuel Fraga el testigo de la presidencia de la Xunta. Un testigo del que carece desde el otoño pasado -como consecuencia de la moción de censura aprobada contra él en el Parlamento gallego-, en virtud de un proceso que Fernández Albor achacó a Felipe González y a Alfonso Guerra.

Conmovido y enardecido por el cálido ambiente del palacio de congresos -volcado en constantes ovaciones-, Fernández Albor aseguró después que "desde que gobiernan los socialistas, nunca vi tantas tragedias ni tantos temporales". Y, con la sospecha de que "las meigas son de derechas", invitó a Fraga a hacer en su próxima queimada un conjuro que restablezca la normalidad en Galicia.

Cada vez más emocionado y cada vez más aplaudido, el ex presidente de la Xunta hizo acto de fe en la posibilidad de que los españoles abran, por fin, los ojos también en el resto de España: "Cuando el pueblo se dé cuenta de que los de Alianza Popular somos gente seria, responsable, nos entregará el gobierno de España" (gran ovación) y "nos entregarán sus haciendas, sus vidas y el porvenir de sus hijos" (más aplausos).

Fraga no hizo referencia a su candidatura a la Xunta ante los asistentes a la convención.