Un joven decapita a un niño de 11 años en un pueblo de Badajoz y arroja su cabeza al fuego
Manuel Martín Gómez de 24 años, con antecedentes de enejanación mental, ha sido detenido en la localidad pacense de Táliga (900 habitantes), acusado de dar muerte al niño Raúl Silva Isaac, de 11 años, a quien decapitó, arrojando después la cabeza a la chimenea del bar donde había permanecido encerrado durante cuatro horas y del que fue desalojado por la Guardia Civil varios de cuyos miembros resultaron heridos.
Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado viernes en el bar Cala. Raúl, hijo menor de Florencio Silva, cartero del pueblo, se encontraba acompañado de un tío suyo mientras que en sus proximidades tomaba café Manuel Martín. Hacia las seis de la tarde y por causas que se desconocen, Manuel sacó una navaja y se abalanzó sobre el pequeño amenazando a los presentes con matarle si no abandonaban el lugar. Tras unos primeros momentos de forcejeo en los que algunos de los clientes intentaron reducir al agresor, Manuel se quedó solo con el niño, cerrando ventanas y puertas.En el exterior fueron congregándose los vecinos del pueblo que escuchaban los llantos de Raúl. Tras asestarle varias puñaladas, el criminal cortó la cabeza del pequeño que mostró al exterior por una ventana, gritando a los allí reunidos que haría lo mismos con ellos si intentaban penetrar en el bar. Posteriormente arrojó la cabeza del niño sobre la chimenea francesa que existe en el local.
Calcinada
Hacia las 22.00 horas, la Guardia Civil forzó la entrada del establecimiento, hallando el cuerpo decapitado de Raúl y su cabeza prácticamente calcinada en la chimenea. Manuel, Martín se defendió con la navaja e hirió a varios miembros de las fuerzas del orden, según informa la agencia Efe.Al abandonar el lugar de los hechos, acompañado por efectivos de la Guardia Civil, los vecinos que se encontraban reunidos en el lugar de los hechos gritaron "muerte al asesino", quien, por orden judicial, fue trasladado al Hospital Psiquiátrico de Mérida.
Según vecinos del pueblo, Manuel Martín había permanecido internado con anterioridad en este centro y recuerdan como dos años atrás, utilizando un rodo (instrumento que emplean los albañiles) intentó matar a un hombre.
Según otros testimonios de vecinos de la localidad, Manuel Martín recibió tratamiento en la institución, después de haber sido detenido en la localidad por agredir a un joven con una jarra de cristal y asaltar a una vecina con un arma blanca.
Manuel Martín, carbonero de profesión, es soltero, vivía con sus padres y, al parecer, mantenía buenas relaciones con el tío del niño asesinado.
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