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Madrid busca el apoyo luso sobre su aportación a la OTAN

Los ministros de Defensa de Portugal y España, Eurico de Melo y Narcís Serra, respectivamente, trataron ayer, último día de la visita oficial del ministro portugués, de minimizar las divergencias que separan a ambos países ibéricos en el terreno militar en general y en el seno de la OTAN en particular. Hay puntos de vista que "pueden ser diferentes, pero no irreconciliables", dijo De Melo, mientras Serra aseguraba que la integración española en la OTAN tendrá que cumplir la condición de "ser aceptada por Portugal".

La discusión sobre las diferencias en el terreno militar, únicas que nublan en la actualidad el horizonte de las relaciones bilaterales entre los dos países ibéricos, fue aplazada tras dos días de reuniones entre el viceprimer ministro y ministro de Defensa portugués, Eurico de Melo, y las autoridades españolas. Las siguientes rondas de conversaciones se celebrarán a nivel de embajadores ante la Alianza, en Bruselas.La segunda de las seis misiones militares que España propone llevar a cabo en el seno de la OTAN, la realización de operaciones navales y aéreas en el Atlántico oriental, constituye el principal motivo de divergencia para los portugueses, que desean dejar claro que en ningún caso debe crearse un mando unificado en la península Ibérica ni haber tropas portuguesas bajo mando español. Serra aseguró ayer, a este respecto, que no contemplamos el supuesto de que unidades portuguesas hayan de estar bajo mando español", aunque, como es habitual, rehusó entrar en mayores detalles.

Tampoco quiso comentar Serra el hecho de que fuesen precisamente autoridades portuguesas -concretamente, el ministro de Negocios Extranjeros, Joáo de Deus Pinheirolas que desvelasen que la OTAN no había dado su acuerdo a la fórmula española de aportación militar, contra lo que habían dicho los anuncios oficiales españoles. Ayer, el propio De Melo trató de echar una mano a su colega Serra puntualizando que la carta enviada por España a la Alianza "fue admitida como documento base", aunque su contenido será motivo de conversaciones".

El ministro luso no desmintió la oposición de su país a una parte de este texto, concretamente en lo referente a la ya citada segunda misión, tema que centró sus conversaciones de estos dos días con Serra, con Felipe González y con el Rey; De Melo sentenció que, tras estos dos días, "no hay conclusiones", aunque pronosticó que llegaremos, con certeza, a soluciones consensuadas".

Ambos ministros trataron, en una conferencia de prensa conjunta ofrecida en el aeropuerto de Barajas, poco antes de la partida de De Melo, de hacer más hincapié en las cuestiones en las que existe acuerdo -desarme, adhesión a la Unión Europea Occidental, fabricación conjunta de material militar- que en las que pueden apreciarse divergencias.

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