_
_
_
_

Leonard Cohen: "Me he aburrido mortalmente en los últimos 20 años"

El cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen reconoce que le cuesta mucho esfuerzo escribir cada uno de los versos de sus canciones y poemas. Su último elepé, I'm your man, es una muestra más de su prolijo estilo y el cuidado que pone en las letras de sus temas. Cuando dice algo, es que lo piensa. Cuando la primera canción del disco empieza a sonar, su voz profunda dice que ha estado sentenciado a 20 años de aburrimiento y ahora viene la revancha. "Me he aburrido mortalmente en los últimos 20 años", confesó a este periódico.

A pesar de la loable iniciativa de algunas casas de discos de incluir en la edición española la traducción de las letras de las canciones, hay algunas que aun así permanecen oscuras. Es el caso de alguno de los temas de Leonard Cohen en I'm your man. Cuando nos encontramos cantando el estribillo de una canción sin saber qué esconde tras las palabras, la clave para comprenderlas sólo puede darla el autor."La policía del jazz es una de las difíciles", dice Cohen. "La policía del jazz es la gente que quiere evitar que escribas una canción con ese nombre. Son los que siempre aparecen en tu mente, en tu casa, en tu país o tu ciudad, los que quieren limitarte. La policía del jazz es una canción donde quise sentirme fuera del significado. En cada verso empiezo con una proposición muy seria, que comprorneta la mente, el intelecto e incluso las emociones, y en ese momento el verso se desintegra, se cae en pedazos y se convierte en una cosa absurda. Se trata sólo de dejarla ir, como dejas a un niño jugar con un objeto. La canción pretende que el significado se desintegre y se convierta en diversión".

En cuanto a La torre de la canción, la favorita de Cohen en este disco, puede referirse a una cierta torre de marfil del artista que parece oponerse a la imagen de cantante comprometido con la realidad social, como lo es, o ha sido, él. ¿Qué tipo de torre es La torre de la canción? "Ante todo pienso que todo el mundo está en contacto con la realidad. No creo que nadie viva en una torre de marfil. Esta idea de que hay una vida especial del artista siempre me ha desagradado. Siempre me ha parecido que oculta algo turbio, inexacto y ofensivo con respecto a los artistas. Ha invitado a algunas personas que no son buenos artistas a hacer cosas muy imprecisas. Ahora, esta Torre de la canción no es, definitiva mente, una torre de marfil. Ésta es una torre a la que sólo puedes entrar si tus zapatos están sucios. Es una torre que tiene más de prisión que de palacio".

Primero conquistaremos Manhattan comienza con una frase: "Me sentenciaron a 20 años de aburrimiento por intentar cambiar el sistema desde dentro. Ahora he vuelto para recompensarles. Primero conquistaremos Manhattan, después conquistaremos Berlín". ¿Han sido realmente tan aburridos estos últimos 20 años o es una manera de jugar con palabra e ideas? "Ambas cosas, pero yo contestaría con un simple sí a la pregunta de si me he aburrido en los últimos 20 años. El aburrimiento es algo que he experimentado. Primero conquistaremos Manhattan, después conquistaremos Berlín sale directamente de la experiencia del hombre, y no quiero traicionar la canción al decir que es sólo una broma, un juego de palabras. Cada uno de esos versos fue medido, calibrado. No hay un enemigo identificable. El enemigo es diabólico, pero no es el presidente de Estados Unidos, y nunca me gustó ver quemar banderas, a pesar de mi posición política en esa época. Mis ideas no coinciden en general con las de los años sesenta. Escribí hace años un poema sobre todos esos blandos mentirosos de la era de Acuario. No compro esas ideas ni la del pacifismo. Por eso esta canción ocurre en un tiempo indeterminado. He tenido algunos buenos momentos, pero he experimentado el aburrimiento, un aburrimiento profundo e inconsolable por largos períodos. No culpo a nadie, es cosa mía y los gobernantes del mundo no deben ponerse a temblar. No voy a conquistar Manhattan ni Berlín, porque esos lugares no existen. En las ciudades de este mundo lo único que hay es mucho tráfico, demasiados atascos de tráfico".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_