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En libertad provisional tres guardias civiles procesados por tráfico de drogas y cohecho

Los guardias civiles Juan Gavilán Poce, Rubén Blat y Domingo Rodríguez Ocaña, que permanecían desde hace 10 meses internados en la prisión de Logroño, procesados por tráfico de drogas, prevaricación y cohecho, fueron puestos en libertad provisional el pasado viernes, tras el pago de una fianza de 250.000 pesetas cada uno de ellos, según manifestó a este periódico la defensa de los inculpados.

El auto en el que se dictaba la libertad de los agentes corresponde al titular de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz, Federico Ruiz, y atendía así a una solicitud del letrado defensor de los guardias civiles, José Emilio Rodríguez Menéndez.Los tres miembros de la Guardia Civil pertenecían a la dotación de La Línea de la Concepción (Cádiz), en donde se les detuvo a principios de abril del año pasado a raíz del descubrimiento de un alijo de 330 kilos de hachís. La investigación, realizada por funcionarios de la comisaría de policía de La Línea, concluyó también con la detención de dos civiles, sin vinculación con el cuerpo. Uno de ellos era el que tripulaba la lancha en donde se transportaba la droga hallada en las proximidades del pantalán de la refinería de San Roque, en la playa de Levante.

Al parecer, el pinchazo por parte de la policía del teléfono de un conocido traficante puso sobre la pista de los tres guardias civiles. Tras la correspondiente denuncia, fueron citados por el juez de instrucción de San Roque, Ramón Sáez, que ordenó su ingreso en prisión. Al acogerse al fuero especial que corresponde a los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, quedaron internados en la prisión de Logroño.

Los guardias civiles, ahora en libertad, llevaban cada uno de ellos al menos 15 años en el cuerpo, prestando servicios en la vigilancia de costa en la zona de La Línea de la Concepción, sin que tuvieran categoría de mando alguno.

Con anterioridad, uno de estos agentes protagonizó un incidente con inspectores del por entonces Cuerpo Superior de Policía de La Línea, cuando éstos pretendían intervenir, en una zona costera, en una operación antidroga. El enfrentamiento entre los miembros de los distintos cuerpos, atribuido inicialmente a celos profesionales, dio al traste con el servicio al huir los traficantes del cerco policial que se les había tendido.

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