Vecinos de Cifuentes impidieron durante todo el día con barricadas el acceso a la central nuclear de Trillo

Grupos de vecinos de Cifuentes (Guadalajara) y otros pueblos de la comarca cortaron durante todo el día de ayer los accesos a la central nuclear de Trillo con tractores, vehículos y todo tipo de barricadas, en protesta por la posible instalación en dicha localidad de un cementerio de residuos de alta radiactividad. A última hora de la noche los vecinos decidieron en asamblea levantar las barricadas, tras lo cual efectivos de la Guardia Civil despejaron las carreteras de acceso a la central. Centenares de personas que trabajan en las últimas obras de la central no pudieron acudir al trabajo.

Tras el final de la protesta pudo entrar un nuevo turno de técnicos, "con lo que, de momento, se ha asegurado el mantenimiento de la central", que se encuentra en período de carga, según informaron anoche a Efe fuentes del Gobierno Civil de Guadalajara.Según estas fuentes, el gobernador civil, José de la Puente, había ordenado, pasadas las ocho de la tarde, a efectivos de la Guardia Civil que "dejaran las vías libres".

Los vecinos cortaron desde primera hora todos los accesos a la central, que quedó incomunicada. Los manifestantes, que exigen además una mejora de las carreteras y del servicio telefónico de la zona, manifestaron que la provincia de Guadalajara "ya ha tenido bastante con tener la primera central nuclear de España (Zorita) y la última (Trillo) como para tener que ubicar también un cementerio de residuos".

En la zona se vivieron momentos de tensión a la llegada de numerosos efectivos de la Guardia Civil. La masiva presencia de guardias civiles complicó las cosas a últimas horas de la tarde ya, que los vecinos se mostraron dispuestos a abandonar temporalmente las barricadas, pero al advertir la presencia de estas fuerzas dieron marcha atrás.

El primer corte de carreteras se produjo el miércoles a la salida de Cifuentes, coincidiendo con la realización del simulacro de emergencia nuclear que ese día se realizaba y que por ello resultó seriamente afectado.

El simulacro secelebró ante la próxima puesta en marcha de la central, y en él participaron unas 450 personas, 104 vehículos y un helicóptero. La evacuación de personas sólo fue supuesta. Entre los maniféstantes se encontraban varios alcaldes de localidades de la comarca y vecinos de Cifuentes y otros pueblos cercanos.

Un portavoz de los vecinos se puso en contacto con el gobernador civil, quien les reiteré la versión ya conocida de Inciones. Varios centenares de mujeres reclamaron esta presencia frente al cuartel de la Guardia Civil a última hora de la tarde de ayer.

El gobernador, a la pregunta de si pensaba emplear la fuerza para normalizar la situación había dicho que prefería negociar, pero que no permitiría se llegara a un límite de inseguridad. Cifuentes, con 2.500 habitantes, es la principal población en un radio de 10 kilómetros en tomo a la central.