Irlanda acusa de racismo al Reino Unido a causa de la ley antiterrorista

Las relaciones entre Londres y Dublín, que atraviesan uno de los peores momentos de los últimos años, han recibido un nuevo revés con el anuncio en el Parlamento británico de que la vigente ley antiterrorista, que tiene carácter provisional, se va a convertir en firme. El primer ministro irlandés, Charles Haughey, ha calificado a la ley de discriminatoria y de crear en la comunidad irlandesa la sensación de ser víctima del racismo, pero ha garantizado que "hará todo lo posible para derrotar a los violentos", juntó con el Reino Unido.El ministro británico del Interior, Douglas Hurd, aprovechó el anual debate en los Comunes sobre la ley para anunciar, en la medianoche española del martes, que el texto legal provisional se va a convertir en permamente. La ley, que emana de una anterior considerada draconiana y excepcional cuando se implantó en 1974, a raíz de un atentado en Birmingham que costó 21 vidas, ha estado vigente con modificaciones periódicas hasta la fecha. Lo que el Gobierno se propone es anular la disposición que obligaba a limitar su vigencia a cinco años y darle carácter firme, aun con la salvaguardia de someterla cada año a revisión.

Entre otros particulares, la ley permite mantener incomunicados, y a disposición policial durante siete días, a sospechosos de actividades terroristas; permite la prohibición arbitraria de entrar en Gran Bretaña a viajeros procedentes del Ulster, y autoriza la realización de controles fronterizos exhaustivos.

Londres mantiene que la ley no está hecha sólo para contrarrestar el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA), pero el hecho es que son los irlandeses sus principales víctimas. Desde 1974 se ha detenido a 7.645 personas en Irlanda del Norte en aplicación de la ley, un 33% de la cuales tuvo que hacer frente a posteriores acusaciones.