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Bush consigue imponerse las primarias de New Hampshire

Francisco G. Basterra

F. G. BASTERRA ENVIADO ESPECIAL El vicepresidente norteamerícano, George Bush, venció ayer en las primarias del Estado de New Hampshire, en el bando republicano, derrotando al senador Robert Dole, y Michael Dukakis, en el lado demócrata, logró una concluyente victoria, anunciaron esta madrugada (hora peninsular española) las cadenas de televisión CBS y ABC.

El triunfo de Bush supone su supervivencia política en la carrera hacia la Casa Blanca, tras su derrota de hace ocho días en los caucuses de Iowa. La victoria le sitúa en una buena posición cara a las primarias múltiples del Sur, el próximo 8 de marzo, donde está mejor organizado, tiene más dinero y cuenta con más posibilidades que Dole.

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Dan Rather, el periodista y director del telediario de la CBS, que se enfrentó a Bush en una dramática entrevista televisada, anunció, basándose en proyecciones de voto sobré entrevistas a las salidas de los colegios electorales, una "sólida" victoria del vicepresidente. A la hora de transmitir esta crónica (dos de la madrugada), Dole, senador por Kansas, no había concedido su derrota, pero ya los seguidores de Bush celebraban el éxito en su cuartel general, en un hotel de Manchester.

En los últimos días, Bush, nacido en el vecino Estado de Massachusetts, había perdido los 20 puntos de diferencia que tenía sobre Dole antes de su descalabro en lowa. Varios sondeos pronosticaron una ventaja, por escaso margen, del senador por Kansas. Pero en las últimas horas, gracias sobre todo a una mejor organización y al apoyo de todo el establishment republicano de este minúsculo Estado de la costa Este, el vicepresidente ha conseguido remontar la diferencia en un apretado y dramático final.

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El éxito de Bush no aclara la designacion republicana

Víene de la primera páginaAunque a la hora de cerrar esta edición no había datos oficiales -en algunos puntos del Estado aún quedaba una hora de votación-, la derrota de Dole no supone ni mucho menos la elfirtinación de este combativo senador de la carrera presidencial. El apretado final de New Hampshire y la derrota del vicepresidente en lowa han demostrado que Bush es vulnerable y tendrá que ganarse una designación que todavía no está decidida.

Una derrota de Bush, por el contrario, hubiera significado la práctica desparición política del vicepresidente de Ronald Reagan, catapultando a Dole como el hombre fuerte y elegible del Partido Republicano. Esto no ha ocurrido y la batalla por la nominación del candidato definitivo republicano sigue abierta.

La siguiente prueba importante, para algunos observadores, quizás definitiva, será dentro de tres semanas, en las supreprimaria del Sur, en la que se votará simultáneamente en 20 estados.

El triunfo de Bush es, con todo, relativo desde un punto de vista político. Hace sólo poco más de una semana, el vicepresidente, un republicano nacido y criado en el Este que personifica el republicanismo clásico y moderado de esta parte del país, era un ganador seguro y claro en New Hampshire. Pero llegó su humillación en Iowa, donde acabó en tercera posición, tras el predicador evangelista Pat Robertson, y su liderazgo aquí comenzó a diluirse como un azucarillo.

Dole, un político del Medio Oeste, extraño en esta tierra, podrá presentar su segundo lugar en este Estado como una señal de que es un candidato nacional con fuerza fuera de su región y, en cierta medida, un éxito.

Desdibujado

Su afirmación de liderazgo, frente a un vicepresidente desdibujado y que hace campaña a la sombra de Reagan, le ha llevado muy lejos en New Hampshire, un Estado en el que Bush tenía forzosamente que ganar, y ha puesto en serios aprietos a Bush.

La victoria de Dukakis era un éxito anunciado. Es el gobernador del vecino Estado de Massachusetts, donde lo ha hecho bien económicamente y, por lo tanto, casi partía como hijo favorito aquí. Como Bush estaba obligado a ganar y se convierte en el demócrata con más posibilidades para ser el designado por el partido en la convención del próximo verano.

El segundo puesto de los demócratas en New Hampshire se lo disputaban anoche el congresista Richard Gephardt y el senador Paul Simon, pero ambos a más de diez puntos de Dukakis.

A la hora de cerrar esta edición estaba también en el aire el tercer puesto de los republicanos con un final indeciso entre Pat Robertson, Jack Kemp y Peter Du Pont. Los tres aspiran a convertirse en el auténtico candidato conservador a la presidencia, el genuino heredero de una inacabada revolución Reagan.

La historia dice que no se puede ser presidente en Estados Unidos sin ganar la primaria de New Hampshire, donde algo más de 200.000 votantes dieron ayer al país dos nombres, un republicano y un demócrata, que se convierten en los aspirantes más serios para suceder a Ronald Reagan en la Casa Blanca.

Los electores de este pequeño Estado, próspero, blanco, republicano y bastante yuppie, de la costa este, protagonizaron la más reñida primaria en la historia reciente de Estados Unidos.

Bush, tras la humillación de su tercer puesto en los caucuses de Iowa, ha sufrido en una semana una hemorragia de popularidad que le ha hecho perder los 20 puntos de ventaja que llevaba sobre Dole en New Hampshire.

Robert Dole, hasta hace sólo 10 días considerado un seguro perdedor frente a Bush en New Hampshire, se había convertido en el favorito gracias a una creciente percepción de que es más presidenciable que su rival, y sería capaz de derrotar-, el primer martes después del primer lunes de noviembre, al candidato demócrata.

El campo de Bush, el establishment republicano, confiaba anoche en salvar la candidatura del vicepresidente gracias a la mejor organización que tiene en este Estado y al hecho de que es un vecino de New Hampshire, hombre de la costa este, frente a Dole, que es un político del Medio Oeste. En un dramático llamamiento final a los votantes, Bush compró el lunes por la noche cinco minutos de televisión para asegurar que él es el único que puede "concluir la revolución iniciada por Ronald Reagan".

El vicepresidente acusó a Dole de traidor al legado presidencial y dijo que el senador por Kansas subiría los impuestos. Esta amenaza pone los pelos de punta en New Hampshire, donde no hay impuesto sobre la renta y adonde huyen ciudadanos de Taxachuseas, como es llamado aquí el vecino Estado de Massachusetts, que practica una fuerte presión fiscal.

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